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Las miradas del tiempo: Gaucín, el sur infinito PDF Imprimir E-mail
Escrito por Salvador   
Sábado, 02 de Mayo de 2015 17:51

 

 

 

 

 

 

 

 

En esta ocasión, me cabe el placer de subir a esta página web una pequeña muestra de las inquietudes culturales de nuestro pueblo, promovida por el Ayuntamiento de Gaucín y, a su cabeza, el Alcalde Pedro Godino Martín.

 

 

Como el mismo explica en su intervención, la Diputación Provincial le propuso incluir a nuestro pueblo en la acreditada colección del Cedme “Las Miradas del Tiempo” y comenzó el trabajo de recopilar fotos para esta obra y buscar alguna persona que escribiese los textos para incluirlos en el libro. Ello no supuso problema alguno, al contar con la colaboración de Paco Benitez y de mí mismo.

 

El resto, se ha plasmado en el precioso libro que se presentó ante un numeroso público –lo que es de reseñar- el pasado día 17 de abril.

 

Creo que nada puede dar fiel reflejo del acontecimiento que la reseña que, a continuación hago, según  el orden de intervenciones siguiente:

 

1.- ALCALDE, PEDRO GODINO MARTÍN

2.- DIRECTOR TECNICO DEL CEDMA, JUAN IGANCIO MONTAÑES

3.- AUTOR DE LOS TEXTOS, SALVADOR MARTIN DE  MOLINA

4.- POWER POINT DE SALVADOR MARTÍN DE MOLINA

5.- DIRECTOR TECNICO DELEG. CULTURA, MANUEL LOPEZ MESTANZA

6.- PRESENTACION DEL LIBRO

 

Dos pequeñas anotaciones. Una, que no puedo unir el video de presentación del libro (última parte del acto), una excelente realización de los servicios audiovisuales de la Diputación, porque aún no me la han facilitado. Creo que La Calleja Márquez Calvente, en su facebook, incluye una reproducción. Y, otra, que subo un reportaje gráfico que completa los que la Calleja y otros gaucinenses ha recogido. Podéis verlo en

https://plus.google.com/u/0/photos/118184867089338388542/albums/6139931139077836609

 

 

Sin más preámbulo, vayamos a ello.

 

 

 

 

1.- Intervención del Alcalde.-

 

 

PRESENTACION LIBRO

“LAS MIRADAS DEL TIEMPO”

GAUCIN

17.04.2015

 

VECINOS Y VECINAS DE GAUCIN, BUENAS TARDES Y BIENVENIDOS A ESTE ACTO DE PRESENTACION DEL LIBRO DE LA COLECCIÓN “LAS MIRADAS DEL TIEMPO”. GAUCIN, EL SUR INFINITO.

 

QUIERO EN PRIMER LUGAR PRESENTAROS Y QUE CONOZCAIS A LAS PERSONAS QUE ME ACOMPAÑAN EN ESTA TARDE.

 

DIPUTADO DE CULTURA                         JUAN JESUS BERNAL ORTIZ

DIRECTOR TECNICO DEL CEDMA           JUAN IGNACIO MONTAÑES

DIRECTOR TECNICO DELG. CULTURA    MANUEL LOPEZ MESTANZA

DIRECTOR DE LA COLECCIÓN                MIGUEL RAMOS MORENTE

AUTOR DE LOS TEXTOS                        SALVADOR MARTIN DE MOLINA

TECNICO CEDMA                                     SUSANA MENDOZA

 

COMO OS DECIA ESTE LIBRO FORMA PARTE DE LA COLECCIÓN “LAS MIRADAS DEL TIEMPO” UNA OBRA EDITADA POR LA DIPUTACION PROVINCIAL DE MALAGA A TRAVES DEL CEDMA.

 

HACE YA ALGUNOS MESES EN UNA REUNION CON NUESTRA AMIGA Y VECINA SUSANA MENDOZA ME PRESENTABA A MIGUEL RAMOS, DIRECTOR DE ESTA COLECCIÓN Y ME PROPUSO EN AQUELLA OCASIÓN EL INCLUIR A NUESTRO PUEBLO EN LA MISMA.

 

ME PARECIO UNA EXCELENTE IDEA Y A PARTIR DE ESE MOMENTO NOS PUSIMOS A TRABAJAR PARA PONER EN MARCHA EL PROYECTO, DE HECHO AQUEL DÍA YA PUDE VER ALGUNAS FOTOS ANTIGUAS DE VECINOS DE NUESTRO PUEBLO QUE FORMAN PARTE DE LA COLECCIÓN FAMILIAR DE SUSANA.

 

A PARTIR DE AHÍ COMENZABA EL TRABAJO DE RECOPILAR FOTOS PARA ESTA OBRA Y BUSCAR ALGUNA PERSONA QUE ESCRIBIESE LOS TEXTOS PARA INCLUIRLOS EN EL LIBRO.

 

TANTO UNA COSA COMO LA OTRA NO SUPONDRÍAN NINGÚN PROBLEMA, DE HECHO TENEMOS A NUESTRO VECINO PACO BENITEZ QUE LLEVA AÑOS RECOPILANDO ESAS FOTOS QUE FORMAN PARTE DE NUESTRA HISTORIA Y QUE NOS IBAN A SERVIR PARA ESTE LIBRO.

 

EN CUANTO A LOS TEXTOS SOLO TUVE QUE HACER UNA LLAMADA DE TELEFONO Y COMENTARLE EL PROYECTO A NUESTRO ILUSTRE VECINO Y AMIGO SALVADOR MARTIN DE MOLINA PARA QUE SE PUSIESE MANOS A LA OBRA CON TODA LA ILUSION DEL MUNDO, SE TRATABA DE ESCRIBIR SOBRE GAUCIN Y SUS GENTES Y ESO ES ALGO QUE EL SABE HACER MUY BIEN.

 

DESPUES VINIERON OTRAS REUNIONES, HABIA QUE DECIDIR QUE FOTOS INCLUIR, HAY CIENTOS DE ELLAS, PERO EL TAMAÑO Y FORMATO DE LA OBRA SOLO PERMITIRÍA UNAS CUANTAS.

 

POR ESO HOY OS ANUNCIO QUE SI ESTE LIBRO ES DEL GUSTO DE NUESTROS VECINOS Y VECINAS, PONDREMOS EN MARCHA ESA IDEA QUE PACO BENITEZ VIENE GESTANDO DESDE HACE TIEMPO EN LA QUE SE INCLUIRAN EL RESTO DE IMÁGENES Y QUE SUPONDRÁ EL COMPLEMENTO A ESTA QUE PRESENTAMOS HOY.

 

EL TITULO DE ESTA COLECCIÓN ENGLOBA DE FORMA PERFECTA LO QUE SIGNIFICA Y EL ESPIRITU DE LA MISMA, SE TRATA DE UN RECORRIDO POR LA HISTORIA MAS ANTIGUA Y RECIENTE DE NUESTRO PUEBLO, UN RECORRIDO A TRAVES DE LAS MIRADAS, DE LAS IMÁGENES DE NUESTROS VECINOS, ESPACIOS Y LUGARES COMUNES EN LOS QUE QUEDARON PLASMADOS EN UN INSTANTE MOMENTOS Y SITUACIONES DE LA VIDA.

 

FOTOS DEL COLEGIO, DE ESTUDIOS FOTOGRAFICOS, UNA BODA, EL DIA DE LA PRIMERA COMUNION, AQUELLA TARDE EN EL CAMPO, ESE DIA DE FIESTA, UNA REUNION FAMILIAR QUE MERECIA UNA FOTO DE RECUERDO, DIAS DE MILICIA CON UNIFORME DE GALA. ETC…

 

SE HAN ABIERTO LOS CAJONES DE VIEJAS CÓMODAS EN LAS QUE SE GUARDAN ESAS CAJAS METALICAS DE GALLETAS, REDONDAS O CUADRADAS DE LAS QUE APENAS SE DISTINGUE YA LA MARCA, CAJAS QUE CONTIENEN INFINIDAD DE RECUERDOS, DE IMÁGENES FAMILIARES, DE MOMENTOS VIVIDOS.

 

LAS HEMOS SACADO DE SU LETARGO DE AÑOS Y VUELTO A LA VIDA A TRAVES DE LAS PÁGINAS DE ESTA OBRA. TODAS ELLAS HAN DEJADO DE SER UN RECUERDO DE FAMILIA PARA CONVERTIRSE EN UN PRESENTE DE TODOS NOSOTROS.

 

VECINOS Y VECINAS DE TODOS, ALGUNOS MUY CONOCIDOS OTROS TENDREMOS QUE PREGUNTAR PARA SABER QUIEN FUERON O QUIEN SON, MUCHOS DE ELLOS YA NO ESTAN, ALGUNOS SE FUERON HACE MUCHO TIEMPO, OTROS NO TANTO Y AHORA DE FORMA CASI INESPERADA VOLVEMOS A TENERLOS UN POCO MAS CERCA.

 

“CUANDO TODO SE HACE FUGAZ Y LA VORAGINE DE LA IMAGENTELEVISIVA, Y DE LAS REDES, NO NOS PERMITE EL SOSIEGO DELA CONTEMPLACION GOZOSA, SE AGRADECE RESCATAR DEL OLVIDO LAS VIEJAS FOTOGRAFIAS, ARRANCARLAS DE LOS ALBUMES O SACARLAS DE LAS OXIDADAS LATAS DE MEMBRILLO, ABANDONADAS EN LOS CAJONES DE VIEJOS Y NOBLES APARADORES O ENTRE ALCANFORES DE BAULES ARRINCONADOS. Y MOSTRARLAS DE NUEVO”

 

ESTO NO LO DIGO YO, ES PARTE DE LOS TEXTOS DE SALVADOR MARTIN DE  MOLINA.

 

NO PODIAMOS BUSCAR PERSONA MAS INDICADA PARA ESTE MENESTER, LAS PALABRAS DE SALVADOR HAN DADO VIDA A LAS IMÁGENES QUE FORMAN PARTE DEL LIBRO.

 

SU PLUMA AGIL, DE LECTURA ENTRETENIDA  Y SUS CONOCIMIENTOS SOBRE NUESTRO PUEBLO, SU HISTORIA Y SUS GENTES SON EL COMPLEMENTO PERFECTO PARA ESTE ROSARIO DE IMÁGENES EN LAS PÁGINAS DE NUESTRO LIBRO.

 

HA SIDO Y ES UNA ENORME SUERTE PODER CONTAR CON ÉL, SOLO CABE DESEAR QUE EL PASO DE LOS AÑOS SEA AMABLE  Y PODAMOS CONTAR CON SU COLABORACION EN MUCHAS MÁS OCASIONES.

 

TERMINO YA MIS PALABRAS PORQUE SON MAS LOS QUE QUIEREN PARTICIPAR EN ESTE ACTO, NO SIN ANTES DAR LAS GRACIAS, A SUSANA MENDOZA POR OFRECERME LA OPORTUNIDAD DE PARTICIPAR EN ESTE PROYECTO, A PACO BENITEZ POR ESE TRABAJO DE HORMIGUITA BUSCANDO Y RECOPILANDO BUENA PARTE DE NUESTRA HISTORIA. A MIGUEL RAMOS DIRECTOR DE LA COLECCIÓN POR EL CARIÑO Y EL ENTUSIASMO CON EL QUE LA ESTA LLEVANDO A CABO, A JUAN JESUS BERNAL DIPUTADO DE CULTURA, A MANUEL LOPEZ DIRECTOR TECNICO DE CULTURA, A JUAN IGNACIO MONTAÑES DIRECTOR TECNICO DEL CEDMA, POR SUPUESTO A LA EXCMA. DIPUTACIÓN DE MALAGA POR PONER EN MARCHA ESTOS PROYECTOS TAN IMPORTANTES Y ATRACTIVOS PARA LOS PUEBLOS DE LA PROVINCIA. A MI AMIGO SALVADOR MARTIN DE MOLINA POR SU EXCELENTE TRABAJO, POR SU DISPOSICION Y COLABORACION. Y POR ESE CARIÑO CON EL QUE ESCRIBE SOBRE SU PUEBLO Y SU GENTE. Y DE MANERA MUY ESPECIAL MUCHAS GRACIAS A MIS VECINAS Y VECINAS POR CEDER ESE TROCITO DE SU VIDA, DE SU FAMILIA, DE SU HISTORIA PARA REALIZAR ESTA OBRA.

 

MUCHAS GRACIAS A TODOS Y BUENAS TARDES.

 

 

2.- Intervención del representante de la Diputación Provincial.-

 

LAS MIRADAS DEL TIEMPO

GAUCÍN

 

 

Muy buenas tardes y gracias por estar aquí. Gracias también señor alcalde, amigo Pedro, por sus atentas palabras. Presentamos hoy el número 11 de la Colección  Las Miradas del Tiempo, una de las colecciones del Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga. Antes de ello, quisiera trasladaros el saludo y el afecto de nuestro diputado Juan Jesús Bernal Ortiz al que le hubiera gustado estar aquí con ustedes pero al final no ha sido posible. En su nombre os doy la bienvenida a la presentación de un libro donde la palabra y la fotografía se dan la mano convertidas en arte. Palabras de hoy y fotografías de ayer juntas, dialogando entre sí, en perfecta comunión.

 

Es hermoso comprobar como los libros son capaces de convocarnos alrededor de sus historias, de sus misterios, de la luz de sus palabras. Hablando de luz es preciso decir que la que alumbra el libro que hoy presentamos brilla de un modo muy especial. Y es que no se trata de un libro cualquiera, no en vano, es un libro que convierte a Gaucín en el sur infinito. Y eso había que celebrarlo. Para eso estamos aquí.

 

Un libro de cuyas palabras es autor Salvador Martín de Molina. Ilustre gaucinence que, a partir de ahora, se suma al plantel de escritores del CEDMA. Gracias Salvador por su generosidad  y su colaboración. Pronto podrán admirar sus paisanos la calidad y altura de las palabras que escritas para el libro Gaucín, el sur infinito.

 

Gaucín, el sur infinito, es el número 11 de Las Miradas del Tiempo. Las Miradas del Tiempo son una colección del Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga que nació con el objetivo de rescatar el patrimonio cultural fotográfico generado en el ámbito familiar. La colección comenzó con Árchez, Colmenar, Villanueva del Trabuco, Teba, continuó luego con El Burgo, Cómpeta, Fuente de Piedra, Humilladero, Mollina y Alameda. Y ahora, en esta nueva etapa, le toca el turno a Gaucín, junto con Monda y Cuevas del Becerro.

 

Las Miradas del Tiempo son una colección del Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga que nació con el objetivo de ir creando, pueblo a pueblo, el álbum familiar de la provincia, rescatando, de los viejos baulítos forrados de tela, de las cajas de carne de membrillo o de galletas maría, un patrimonio cultural fotográfico que corre el riego de dispersarse o desaparecer.

 

Ellos nos enseñan que cualquier tiempo pasado no fue  mejor, sino anterior. Como afirma el poeta José Manuel Caballero Bonald, somos el tiempo que nos queda. Este es el verdadero espíritu de esta colección. El espíritu que anima las miradas del tiempo.

 

Las miradas del tiempo son algo más que una colección de libros de fotografías. Es la recuperación de la memoria de nuestros pueblos. Aunque se propone recuperar el pasado, no bebe de la nostalgia ni se recrea en ella, sino de la memoria. La memoria de un tiempo del que aún perduran algunas de los aromas, de los sueños y sonidos que acariciaron el paso de aquellos días. Son fotos del pasado, sí, pero que, juntas, hechas libro, miran al futuro.

 

 

Un álbum de fotos familiar que se detiene en momentos especialmente dulces, en gestos de ternura, de fiesta y de amor vividos por las gentes de Gaucín: niños y niñas de ensueño, de película, que posan encantados, novias de blanco, novias de negro, novios sumisos a punto de derretirse como un azucarillo, familias enteras, postales de un tiempo irremediablemente pasado y que este libro recobra para la posteridad.

 

Estos libros no eso: un trazo, un retal de nuestra historia más cotidiana. La historia de Gaucín detenida en los instantes más bellos y en las miradas más limpias.

 

 

Pero no se trata de mirar al pasado para desear su vuelta. No. Estos libros salen a la luz para encender la ternura del recuerdo no la llama de la tristeza o de la añoranza.

 

Para que los libros vean la luz se necesitan aunar esfuerzos, voluntades, sueños, ideas, proyectos, ganas... pues bien, de todo esto, ha existido desde el primer momento. De ahí mi alegría y satisfacción como responsable del CEDMA. Ello ha sido posible gracias al equipo humano del CEDMA (editores, diseñadores, maquetadores, correctores, impresores...). Su sensibilidad y su buen hacer profesional hacen posible que libros como el de Gaucín sean posibles. Los autores que escriben para la colección, los alcaldes y concejales de los municipios, los técnicos de los Ayuntamientos, las vecinas, los vecinos..... sin ellos nada hubiera sido igual.

 

Gaucín, el sur infinito es un sur que ha dibujado magistralmente Salvador Martín de Molina, el gaucinense que tanto ama a su pueblo.

 

Con su palabra luminosa os dejo. Gracias

 

 

3.- Mi intervención.-

 

 

 

 

GAUCÍN, EL SUR INFINITO

 

 

Buenas tardes, amigos gaucinenses. Permitidme prescindir de protocolos, incluso de la nueva fórmula amigos/amigas.

La verdad es que los promotores, autores y alma de este acontecimiento cultural, si bien son autoridades provinciales y locales –merecedoras, por cierto, de respeto y distinciones- para mí sólo son amigos. Y me perdonarán. Porque, sólo un amigo, puede permitirse la aventura de encargarme la presentación de tan delicado libro. “Gaucín. Las miradas del tiempo”, una primorosa obra de diseño y contenido.

Vaya, pues, por delante mi agradecimiento por tal consideración. Y me permito expresar el sentir general de los vecinos de Gaucín, al reconocer la extraordinaria labor que la Diputación Provincial de Málaga viene haciendo en pro de la pequeña historia de sus pueblos, que no es otra cosa que la publicación de esta colección de joyas de la fotografía. Por sí sola, sirve para reavivar la esencia de los pueblos, a través de los rostros de sus hombres y mujeres, que, al propio tiempo y a través de sus atuendos y complementos, resucitan tiempos pasados.

A continuación, es obligación gratificante, extender esta satisfacción a los amigos asistentes. Gracias por la voluntad que mostráis al interesaros por una parcela de la cultura de nuestro pueblo. Porque cultura es saber evocar el pasado a través de estas estampas lejanas en el tiempo, pero palpitantes, que nos permiten recordar un detalle importante de nuestro pasado, señalar una silueta o una cara semioculta que nos traen a la memoria vivencias de nuestra niñez o adolescencia. Incluso, y no será extraño, sucesos a lo mejor no vividos.

 

Y, ya que hemos coincidido en la voluntad de profundizar en nuestro pasado, me vais a permitir que divida mi intervención en dos partes. Una, para enmarcar la estructura de este libro que tenemos entre las manos. Y, otra, para hacer una pequeña incursión, más o menos poética, menos o más acertada, en el misterio que, a mi entender, encierra esta tierra nuestra y sus hombres o mujeres, que se vislumbra tras esos rostros inocentes o arrugados, de esos ojos penetrantes como nuestros vientos, de la calidez de esos labios entreabiertos o firmes y cerrados, claroscuros de nuestro ser gaucinense.

El libro, como su propio nombre indica, intenta presentar ante nuestros ojos las miradas que otros plasmaron a lo largo del tiempo sobre nuestros antepasados. Su estructura esencial es el rescate de las figuras de los hombres y mujeres de nuestro pueblo, desde la aparición de la fotografía hasta la mitad del siglo pasado. Todas ellas aportadas espontáneamente por familiares, cuyos nombres se recogen acertadamente en la sección de agradecimientos.

 

Cuando todo se hace fugaz y no hay sosiego para la contemplación gozosa, se agradece rescatar del olvido las viejas fotografías, arrancarlas de los álbumes o sacarlas de las oxidadas latas de membrillo o embutidos, abandonadas en los cajones de viejos y nobles aparadores o entre alcanfores de baúles arrinconados. Y mostrarlas de nuevo. Encontrarse de frente con el pasado es algo mágico y fascinante. Posiblemente, aunque no hayamos vivido aquellas formas pretéritas, nos servirán para figurarnos  cómo fueron sus tiempos, las gentes que los transitaron y las aventuras que forjaron.

Pues, bien, este libro hunde sus raíces en los finales del siglo XIX y nos recrea con aquellos personajes revestidos de ternos y ropajes encorsetados, acorde a la solemnidad de los tiempos. Pero, al mismo tiempo, de elegante compostura, como hija de algunos de los descendientes de inmigrantes italianos que me parece reconocer. Luego ofrece un muestrario de niños de primera comunión, infantiles sonrisas asustadas, fotos de estudio unipersonales, por parejas o familiares difícilmente de olvidar, bigotes de antaño, las mecedoras de rejillas que balanceaban con desparpajo, las deliciosas dedicatorias “con todo el cariño”, recuerdos de bodas entrañables de las de “hasta que la muerte nos separe”,esos ojos que se salen del cuadro, las sillas de anea, las mesitas-veladores de cañas, los bolsos de época, los hilos o cordones de perlas, flores de adorno, bellas caras que inundan la propia foto, amazonas improvisadas, motoristas enrejados, escolares tras el mapa de aquella España, , aguerridos militares de todos los ejércitos, legionarios de Melilla y regulares  de Ceuta, muñecos mirando de reojo a niñas encantadoras, familias de excursión campera (el no va más de aquellos tiempos), mujeres en procesión… Qué les voy a contar. Disfrutarán mejor mirándolas con sus propios ojos en el libro que tienen entre sus manos…

 

 

Me vais a permitir que, además, os diga que yo creo que, junto a las mujeres y los hombres, los pueblos se configuran por sus calles y sus casas, sus costumbres y acontecimientos relevante, en definitiva su pequeña historia. Por eso, he querido profundizar a traves de mi aportación literaria en esa urdimbre que hace a nuestro pueblo un referente del Sur Infinito. Posiblemente, las entrañas de un pueblo estén en sus calles, abrazados por sus casas.

Así es nuestro Gaucín, una gran casa extendida por las faldas de una montaña, que tiene su gran terraza en el Castillo, sus balcones o miradores al mar azul o al rosa horizonte; sus habitaciones que son nuestras pequeñas plazas; y sus grandes pasillos, las calles y sinuosas callejas que nos conforman. Por su impronta islámica, su trazado es tortuoso y estrecho, con grandes paredes encaladas adornadas de flores, casi sin huecos, que van a dar a plazuelas de forma irregular. Y tras las puertas, las mujeres amparadas en cortinas de juncos.

 

 

Desde siempre han existido barrios que albergaban a moriscos sometidos o mudéjares y judíos, alarifes, carpinteros y artesanos o dedicados al comercio, en barrios de trazado desigual, en los que algunas plantas de las casas saltan de un lado a otro de la calle y en la que ésta, el callejón o el adarve se dejan notar, lo mismo que sus abancalados huertos, corrales y jardines, que surgen a los lados de estas calles estrechas e irregulares, difícilmente transitables salvo para peatones y caballerías, y que van trepando en busca del Castillo protector.

Las calles, de trazado morisco, que han mantenido sus características fundamentales, después de tantas invasiones, dominaciones y civilizaciones, se adaptan con facilidad a la colina que las asienta y la gracia blanca de sus casas se adornan sin recato de rejas y balcones, obra experta de los artesanos de la fragua y la forja.  Esta trabazón, siempre real, siempre inevitable, entre la tierra y sus gentes, se acentúa cuando se pertenece a unas clases generalmente desvalidas que vive en buena parte en estrecha dependencia de su geología. Y que, a veces, sólo tienen la protección de un techo de teja árabe.

Así, Gaucín es un friso inagotable de complejidad y variedad, lo que es perceptible aún en nuestros días, que se ha mantenido pese a la irrupción del fenómeno turístico, o, por mejor decir, de la llegada de los nuevos repobladores –si se me permite el vocablo- después de la diáspora de la emigración de nuestros hombres.

La vida ha sufrido un drástico y rápido cambio y, en este marco de cambio, es asombroso por el momento –y ello ha de agradecerse especialmente a los extranjeros asentado en nuestras tierras- que el fenómeno de la Costa del Sol y su aglomeración, que ha masificado y sofisticado los pueblos, incluso los de la Serranía, no sea bastante para  doblegar las esencias de Gaucín y no se haya perdido irremediablemente nuestro encanto, conservándose el exterior de nuestras /casas y la misma estructura interna de las viviendas.

 

Gaucín es, asimismo,  un pueblo de frontera y en sus entrañas se encuentran las características de estos pueblos: su individualismo y, a la par, su sentido de la concordia. La muestra es múltiple, desde la mezcla de etnias orientales o  africanas, hasta la convivencia, después de la conquista de 1485, incluso en los siglos precedentes, de moros, judíos y cristianos. Hemos sido fronterizos con los hombres del norte, del sur y del lejano oriente. Iberos y el mítico Indivil, fenicios con sus ánforas de ida y vuelta, asentamiento del indomable Ib Ben Afsum en sus incursiones desde Bobastro. Tierra noble, tierra bravía, tierra de acogida y de lucha fiera.

 

Y la constatación histórica de la muerte de Guzmán el Bueno. La frontera no solo tiene consecuencias militares sino que también en la forma de convivencia, entre ellas el individualismo del fronterizo proclive a negociar por encima de la guerra y de la paz, por cuanto que característica propia de la zona de frontera es la propensión a abandonar la lealtad al gobernante y las relaciones ilegales con el otro lado de la frontera, y el enemigo está tan cerca que, no solo se defenderá contra él, sino que también establecerá con él relaciones cotidianas.

Por eso, no es descabellado decir que Gaucín es tierra de sentido permeable, de actitudes de acogida, como el que recibió Juan Ciudad, después de su periplo africano, enredado en los lentiscos y erguenes de la Adelfilla y en los algarrobos que daban sombras a sus aguas.

 

De todas forma, creo que, aunque con anterioridad a nuestra era ya estábamos los tartesios y los iberos configurando esta tierra que se conoce ahora como Andalucía, es verdad que a partir de nuestra era, la historia es muy larga: 7 siglos de varias dominaciones, 8 siglos de cultura islámica, con fronteras movedizas, 4 siglos de cristianismo estatal y 1 siglo de ilustración vacilante. Siglo, precisamente, de reafirmación de nuestro enfrentamiento contra lo que pueda significar invasión o imposición.

Y para ello, tuvimos la suerte de que el General D. José Serrano Valdenebro /estableciera en nuestro pueblo el Cuartel General de la Guerrillas de la Sierra Meridional contra el Invasor Francés.

Lo que tampoco es ajeno al drama de Carmen, frontera entre el amor y el odio, entre la vida y la muerte con la que jugó en los campos de Gaucín frente al Gibraltar de sus correrías.

Y en tan largo periodo de tiempo, las intolerancias y las permisiones se han entrecruzado en uno y otro sentido, de uno a otro territorio, dejando sus heridas y sus luces, sus luchas, sus bálsamos y, en fin, el semblante y el carácter que mostramos y, lo que es mas cierto, que nos traspasa desde lo hondo de nuestro ser. Esta dicotomía, permitidme apuntar que todavía se entrecruza en nuestros cercanos tiempo, cuando hemos sido capaces, a veces, de no recordar a nuestros más ilustres oriundos (es el caso de Jiménez de Parga) y de borrar en los blasones de nuestras calles los nombres de personajes señeros como los Francisco Cañamaque, Luís de Armiñan o su cuñado Teodoro de Molina. Menos mal que estas pequeñas barbaries, no bastarán para tachar de la memoria común la gloria de nuestros hombres imperecederos. De todas formas, me duele constatarlo, pero ahí está, aquí estamos. Es lo que hay, para bien y para mal.

 

En todo caso, Gaucín es algo hermoso, como la vida en la frontera permanente con la muerte que, si quieres contemplarlo, ahora te lo puedes permitir hacerlo en un daguerrotipo, ocre y lejano.

Si vamos, pues, a adentrarnos en las hendiduras del Gaucín añorado, qué mejor inicio que lo sea, sin negros presagios, junto a los antepasados, en el silencio y en la soledad del blanco y negro de sus fotos en sepia.

Recordaremos a hombres y mujeres de nuestros ancestros y, aunque no los reconozcamos, si que entenderos sus arrugadas caras y casi palparemos sus lágrimas y sudores, que son los nuestros.

En una balada interminable, pasan sobre las calles de piedras milenarias, observados por las vecinas semiocultas entre cortinas de cañas y juncos amarillentos.

A pesar de ello, reclamemos una nueva atención a nuestra identidad local.

Parafraseando a Cernuda, antes de que la muerte apacigüe estas y todas las cosas, bueno será contarlas, aunque sin amargura, como leves recuerdos sentimentales, entre sombras de años olvidados.

 

 

Precisamente,  en la paz del viento sosegado

de las horas pasadas. A la luz de una ligera evocación,

o, si fuera necesario, de acaecimientos no vividos,

quizá intuidos,

pero, con certeza, antecedentes de la historia toda,

de la raíz andalusí de mi pueblo, de mi ser profundo.

 

Y único.

Porque Gaucín es un milagro:

roca, pan, agua del Dios solidario.

 

Y nos gozamos en el recuerdo lejano.

 

Otra vez,

en el azul de las costas,

que bañan nuestras tierras con las africanas,

para volver a nuestras raíces:

 

el sur infinito

 

 

 

4.- La presentación en formato PDF simultáneo a la exposición oral.

http://www.salvador.martin.name/el_sur_infinito_presentacion.pdf

5.- Para ver el reportaje pinchad en

https://plus.google.com/photos/118184867089338388542/albums/6139931139077836609