Ahora que solo falta una semana para la presentación del libro de micropoemas que hemos tenido la osadía de escribir Francis Prieto y yo, con satisfacción os traslado unos ensayos que ha hecho mi nieta Pilar.

No se si os lo he dicho en otra ocasión, pero Pilar es la hija mayor de mis “websmaster”, como me atrevo a llamarlos, Maite e Ilde. Tiene diez años recién cumplidos y es más lista que el hambre. Y el otro día me sorprendió con unos versos que por propia iniciativa había escrito en la libreta del cole.

Me quedé francamente sorprendido de la agudeza y espontaneidad de sus ideas y, como ahora todos estamos enfrascados en esto del libro “Nuevos Acentos”, me ofrecí a trasladar sus pensamientos poéticos a haicus, con la doble idea de que a mi me sirviera de esparcimiento y a ella le picara el gusanillo para, en adelante, hacer ella sus pinitos en esta forma sencilla y delicada de poesía.

Se los mandé con la duda de si le iban a gustar como habían quedado, y me contesto que muy bonitas. Para que lo comprobéis, os los transcribo.
 

1

eres mi jersey
el que más me calienta
y me quita el frío

2

es  una estrella
que brilla por la noche
al igual que el sol

3

no puedo pedir 
silla, mesa y casa, es
mucho para mí

4

la fiel hormiga
no vaciló en perdonar
a la cigarra

5

nada hay mejor
que la luz que me alumbra
en el corazón

6

con mi peluche
me puedo tranquilizar
si estoy en la cama

Estoy seguro de que algo se puede esperar para el futuro. Yo, desde ahora mismo, me relamo con el gusto de la miel que se masca en los sentimientos de mi nieta poeta. Ya sabéis lo que decía Federico García Lorca:

“Así la miel del hombre es la poesía
que mana de su pecho dolorido,
de un panal con la cera del recuerdo
formado por la abeja de lo íntimo”