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La casa de Silvia PDF Imprimir E-mail
Escrito por Salvador   
Miércoles, 07 de Julio de 2010 14:50
 
 


El pasado jueves, uno de julio, me sorprendió –por aviso de mi hija Pili- ver en un programa de La Sexta, “¿Quién vive ahí?”, a Silvia –con su elegancia de siempre- explicar ante las cámaras la historia y características de la casa de la que es propietaria, desde su rehabilitación hace ya unos años. 
 
 

En dicho programa de reportajes, se muestra a los dueños de viviendas y lugares singulares que cuentan en primera persona la vida y la historia de los hogares donde habitan y descubren a los telespectadores otras maneras de vivir. Así, podemos ver los entresijos de casas con linaje, como aquella que alberga a la embajada italiana en Madrid,  y otros edificios singulares de Madre, Salamanca, Sevilla, Gerona, Barcelona y otros lugares de España que, por sus características, merecen la pena ser conocidos.

La casa de Silvia, nos decía ella en el reportaje, formó parte del convento de Carmelitas Descalzos, lo que supongo vendrá recogido en los instrumentos públicos de transmisión de la propiedad lo que me gustaría constatar en todos sus detalles. La singular curiosidad de su actual destino es que los tres pisos que la forman –aparte del espacio lúdico y ajardinado- están decorados con estilos distintos: Zen, Alfonsino y Marroquí, como Silvia tuvo oportunidad de explicar, al tiempo que nos ponía de relieve detalles familiares, tanto de su anterior matrimonio como del actual con Joe Felix, a quien nos presentó trabajando en su despacho y del que nos dijo había sido monje trapense. Me agradó mucho ver en dicho despacho, sobre el sofá -entre los minutos 3´53 a 4´20 aproximadamente del reportaje- un cuadro mío, que es una panorámica de Gaucín y el Estrecho, que me compraron ella y Guillermo en la primera exposición que hice en el Hotel La Fructuosa; asimismo, junto a la escultura de un Niño/Muñeca, a la derecha,  -sobre el minuto 3´00-  me pareció ver,  parte de otro que yo les regalé y que era un encuadre del coro de la Iglesia de San Sebastián.
 
Recuerdo con agrado que, en dos ocasiones, Pilar y yo fuimos invitados a fiestas celebradas en dicha Casa, con la amable acogida que siempre caracteriza a su dueña. Espero que los próximos propietarios –pues la casa está en venta- sepan mantenerla como hasta ahora.

En todo caso, quiero resaltar una frase que nuestra amiga dijo en el reportaje: “Gaucin es un sitio de mucho privilegio”.

Tendreis el placer de recrearos pinchando en este enlace