La amistad es un sentimiento que alegra el espíritu y proporciona un estado de ánimo que te envuelve, muchas veces sin saber porqué, y que te lleva a contemplar la vida con mejores perspectivas. Tiene que ser triste y desazonante sentirse objeto de la enemistad de los otros o contemplar a los que te rodean como posibles enemigos

Es de las pocas cosas –doy gracia a Dios de ello- de que me puedo vanagloriar: tener muchos amigos. Una de las mayores satisfacciones que siento es encontrarme por la calle a jóvenes, discípulos en los tiempos en que fui profesor de la Universidad, y que me paren para hablarme con cariño de aquellos días en que, más que como profesor los trataba como amigos, como “enanos” según la expresión cariñosa que yo empleaba con ellos y que ellos me grabaron en un olivo de plata que me regalaron cuando el infarto me obligó a dejar de compartir con ellos el Derecho Administrativo. Qué de políticos, de todas las tendencias, que me hacen recordar las alegrías y sinsabores de tantos años de asesoría leal, cuantos funcionarios que trabajaron codo con codo conmigo en las numerosas Corporaciones y cuantos, en fin, amigos que he ido cosechando a lo largo de la vida.

Es el más preciado tesoro que puedo enarbolar y espero que sea la única herencia que deje a los míos.

Viene esto a cuento de que, hace unos días intuí el hilo conductor de la amistad cuando pude contemplar a las personas a las que la Junta de Andalucía ha concedido las distinciones de Hijo Predilecto de Andalucía y Medallas de Andalucía, correspondientes a 2008. Y es que –aparte del propio Presidente de la Junta- , entre las personalidades que han recibido éstas, se encuentran tres con los que me unen unos ciertos vínculos de amistad que, además, en dos de ellas tienen relación con Gaucín.

Ya he puesto de relieve en otra ocasión (“Parlamentarios y políticos gaucinenses”, mayo 2003) como un político que tiene vínculos con Gaucín, a través de la familia de su esposa Antoñita Iborra Rubio (en el texto, en una foto de boda familiar), es Manuel Chávez González. En efecto, el suegro, José Iborra Galache, era sobrino de Celestino Galache, que fue Gobernador Militar de Málaga y estuvo casado con Maria Rosa de Hoyos, que murió en Gaucín. Otra relación de éste con nuestra tierra y nuestras gentes viene a través de José Rubio, casado con Salvadora Santos, padres de Juan Rubio Santos, nacido en Benarrabá pero vinculado con Gaucín, que fue administrador de las fincas de las abuelas las viejas que había heredado Marina, la viuda del tío Antonio Conejo. Juan Rubio se casó con Antonia López, de Genalguacil, y sus hijos fueron Pepe –marido de mi cuñada Nieves Valdivia Toledano-, Pepita –que estuvo casada con Pedro Hidalgo Martín, del que ya he hablado- y Salvadora, casada con el citado Pepe Iborra y, por tanto, suegra de Manuel Chávez, lo que para nosotros es un motivo de satisfacción.

Con ocasión de mi cargo de Secretario General de la Diputación Provincial de Jaén, he tenido varios contactos con él y en todos ellos hemos recordado nuestra común relación con Gaucín y siempre me ha hablado con cariño de nuestro pueblo, al que ha visitado en alguna ocasión.

Pero, ahora, la relación de amistad que quiero resaltar es la que me une con Elvira Lindo, Baltasar Garzón y Tico Medina, que han recibido el honor de ser distinguidos con la medalla de Andalucía. No he de presumir de ella pues, para ser exactos, no es que sean amigos íntimos, ni siquiera próximos; pero mientras los veía recibir sus distinciones, siendo asi que con los tres he tenido contactos y algunos encuentros -y ellos cierta relación con nuestro Gaucín- pensé que sería bueno poner de relieve estas coincidencias, a la par que me vino a la memoria la importancia que tiene la amistad, aunque sólo sea de simples relaciones esporádicas, para aunar sentimientos y preferencias.

Escolástico Medina García fue condiscípulo mío en el Colegio de los Maristas, en la Granada de los años cuarenta, coincidiendo durante tres cursos con mi primo Antonio Jiménez de Parga. Recuerdo que ya tenía afición por el periodismo, pues editaba por su cuenta y nuestra colaboración un periódico colegial, en el que él hacía las crónicas deportivas; todavía me parece ver los inicios de aquella que decía “Presidió el evento, la egregia dama…” y recuerdo una ocasión en que fuimos a dejar en el portal de una niña una carta amorosa. No se como terminaría aquella amistad, porque él abandonó el Colegio unos años antes que yo y ya sólo hemos tenido contactos telefónicos y por carta.

Después, ya sabemos como ha llegado a ser cconsiderado todo un maestro del periodismo en habla hispana. Su carrera comenzó en Radio Granada y el diario 'Ideal', desde donde pasaría a Televisión Española, medio al que está vinculado prácticamente desde su fundación y en el que alcanzó una gran popularidad con sus pioneros programas de entrevistas y en cuyo género ha entrevistado prácticamente a todos los grandes protagonistas del siglo XX, entre ellos a Fidel Castro y el Che Guevara. Corresponsal de guerra, lo mismo ha sido redactor de revista rosas como el “Hola”, que Jefe de reporteros de “ABC”. Prolífico escritor, Tico Medina ha publicado más de una veintena de libros y ha escrito numerosos guiones cinematográficos. Entre los múltiples reconocimientos que ha merecido su dilatada carrera profesional destacan dos Premios Ondas y una Antena de Oro.

Lo he contado en alguna ocasión, aunque no recuerdo en donde, pero lo pongo de nuevo al conocimiento público. Durante sus años de reportero en el periódico “Pueblo”, publicó en este diario la noticia -que yo le había facilitado- de que Helenio Herrera, el gran jugador argentino, que por aquel entonces era entrenador, creo recordar que del Barcelona, había mandado a la Hermandad del Santo Niño un donativo de tres mil pesetas, lo que, por aquellos años, era una suma considerable. El motivo de ello era que Helenio Herrera había nacido en España, concretamente en nuestro pueblo, de donde era alguno de sus padres. Tengo que investigar este dato.

Esta relación de referencia es también la que une a nuestro pueblo con Elvira Lindo Garrido. Como he puesto de relieve en “Antepasados II”, Elvira está emparentada con mis primas Bella y Justina Calvente Blanco, pues la primera de ellas se casó con Amado Lindo Nieto. Este era hijo del Capitán de la Guardia Civil de Gaucín Lucio Lindo y de Sagrario Nieto y hermano, entre otros, de Manuel, padre de Elvira, aunque ella nació en Cádiz en 1962, con posterioridad a la estancia de su padre en nuestro pueblo que, creo recordar, fue por los primeros años cincuenta, cuando mi familia llegó de Granada.

Elvira en los setenta se trasladó a Madrid donde estudió Periodismo. Su estreno profesional fue ante los micrófonos de Radio Nacional de España, si bien a lo largo de su carrera Lindo alternará el periodismo con la literatura y la interpretación, con su particular estilo mezcla de humor, ironía y una aguda crítica social. El éxito para Elvira Lindo llegó de la mano de uno de sus personajes radiofónicos más carismático, 'Manolito Gafotas', que pronto alcanzó una gran popularidad convirtiéndose en un clásico de la literatura infantil española. Elvira Lindo ha escrito también novela para adultos, obras de teatro y guiones cinematográficos, y colabora de forma asidua como articulista en diversos diarios y revistas. En el año 2005 obtuvo el XIX Premio Biblioteca Breve por la obra 'Una palabra tuya'. En la actualidad está incardinada en la Emisora Ser y en el diario “El País”, en el que sus crónicas dominicales son inolvidables y la columna semanal en la página final, tienen una visión certera, cruda y dulce al mismo tiempo, de la realidad.

El primer contacto que tuve con ella, fue en el año 2002 en el que le solicité unas palabras de introducción a un libro que yo tenía pensado y que se llamaría algo así como “Gaucín en sepia”. Me contestó su secretaria indicándome que ella estaba en Nueva York y que contestaría a su vuelta. No lo hizo y yo dejé de pensar en aquel libro. Pero en el pasado año de 2007, con motivo de una jornadas organizadas por el Juez Baltasar Garzón, en Torres (Jaén), sobre “Seguridad y Crimen Organizado”, tuve el gusto de estar con ella y ocasión de hablar de nuestro Gaucín, del que tiene recuerdos afectivos, indicándome sus deseos de visitarlo.

Al tercer personaje, el Juez Garzón (aunque relacionado con Elvira, toda vez que su marido Antonio Muñoz Molina, miembro de la Academia de la Lengua e ilustre ubetense, fue el ponente que cerró las jornadas citadas) no lo traigo a colación por ello, sino por su vinculación estrecha con la Asociación Cultural “Pasión Vega”, de la que soy Secretario, desde su constitución en 2001.

Esta vida tiene muchas esquinas, en las que son posibles encuentros y amistades de las mas insospechadas, como la del Juez por excelencia (jueces estrellas, son llamados y Garzón es el primero de ellos) con la cantante de la voz de miel, Pasión Vega, por cierto malagueña de nacimiento, aunque actualmente residente en Cádiz. Sería curioso contar cómo yo fui reclutado por esta Asociación, la primera de fans de la cantante que se constituyó en España, para redactar sus Estatutos y ser nombrado Secretario de la misma, pero os hago el favor de omitirlo, aunque sí dejaré constancia de la pujanza de los cien y pico de aficionados que nos unimos con la finalidad de realizar cuantas actividades redunden en el fomento cultural de la provincia y la divulgación de la afición a la música, en especial, la que tenga relación con la figura de la cantante Pasión Vega, poseedora de una voz prodigiosa, un talento artístico dominador de todos los registros musicales y un duende evocador de las esencias de nuestra tierra.

Esta ilusión se manifiesta, en estos ocho años, en un permanente contacto con la artista, siguiéndola mucho de nosotros en sus actuaciones, como verdaderos forofos deportivos o admiradores taurinos. También es justo decir cómo ella nos corresponde con su cariño y agradecimiento, de tal forma que ya han sido tres los encuentros que hemos tenido en lo que llamamos Almuerzos de Aniversario. Todos, hasta el momento, los hemos celebrado en el Complejo La Perdiz, en la Carolina, y en ese día que ellas nos dedica, la acompañamos por la mañana a recorrer los parajes cercanos, a una capea de postín, para almorzar juntos y obsequiarla al final de la jornada. No me explico como puede aguantar tantas fotografías con todos y cada uno de nosotros, la de autógrafos que nos dedica, los besos y abrazos y el continuo martilleo de unos fans enfervorizados. Aunque no lo parezca, ello es cierto.

Como lo es el fervor que por la artista tiene el magistrado giennense Baltasar Garzón Real, nacido en 1955, que comenzó su carrera judicial en 1981 en el Juzgado de Valverde del Camino (Huelva), y que en 1987 fue nombrado inspector delegado para Andalucía del Consejo General del Poder Judicial, y un año más tarde fue designado titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, puesto que ocupa en la actualidad. Todos conocemos cómo ha sido instructor de numerosas causas relacionadas con la organización terrorista ETA y ha dirigido importantes operaciones contra el narcotráfico, el crimen organizado y la corrupción. Su actividad cobró notoriedad internacional al promover el arresto del ex dictador chileno Augusto Pinochet, por la muerte y tortura de ciudadanos españoles durante su mandato y por Crímenes contra la Humanidad. Proclamado 'Doctor Honoris Causa' el año pasado por la Universidad de Nueva York, su tenaz trayectoria profesional ha sido reconocida con numerosos galardones entre los que destacan el Premio Internacional Paz y Solidaridad de la Fundación Ignis Ardens de Roma (1995), El Mejor Juez de Latinoamérica (1999/2000) y la Medalla de Oro al Mérito del Plan Nacional sobre Drogas (2001).

Pues, bien, todavía tiene tiempo para admirar el arte de Pasión Vega y hacer muestra de ello cada vez que tiene ocasión. Por ello, la Asociación quiso hacerle patente nuestro agradecimiento, nombrándole Socio de Honor en Asamblea General del mes de marzo de 2002.

El pergamino –que suscribí como Secretario de la Asociación- le fue entregado en un acto solemne, después de una comida de hermandad celebrada en el pueblo natal de tal ilustre seguidor de nuestra artista.

Me congratulé, pues, de que tres amigos recibieran, en el mismo día, las merecidas medallas de Andalucía. Y que a todos los uniera, en mi recuerdo, el leve hilo de invisibles los afectos y el respeto mutuo. La amistad es como el hilo de Ariadna, que nos facilita encontrar la salida en el laberinto en que nos encontramos. O, si lo preferís, es la esencia que queda en el ánfora de Pandora, después de liberar a todas las desgracias humanas: la esperanza. Con ella, es preciso correr hacia los hombres para decirles que no todo está perdido, que aún nos queda la esperanza de la amistad.

Es lo que he pretendido con esta remembranza.