Mi Santo Niño Dios de Gaucín, 2014 Imprimir
Escrito por Salvador   
Miércoles, 24 de Septiembre de 2014 18:50

 

Este Santo Niño ha tenido, para mí, una singularidad importante: he subido al Castillo. Después de tres años –quizá sean cuatro, no lo recuerdo exactamente- de imposibilidad física, debido a mis achaques y, en especial, al sobrepeso, este año he tenido la alegría de poder con la empinada cuesta que nos lleva a la Ermita. Sólo he dejado de ir dos días a la Novena del Niño Hermoso. A pesar de que han adelantado la hora, el sol dándote en la espalda, mientras subías en zigzag la cuesta, era lo que más me molestaba, más que lo empinado de la subida. Pero, era peccata minuta, si después podías disfrutar al saber que todavía eres capaz de estos pequeños retos. Y, sobre todo, de gozar con las pocas –pero certeras- palabras con que Javier nos invitaba a reflexionar sobre la importancia de ser hermano del Santo Niño Dios de Gaucín.

Aparte de las fotos, he recogido en audio algunos trozos de la novena –así como de sus cantares-  y espero saber manejar este cacharro para unirlos al reportaje.

 

Por lo demás, el esplendor de la fiesta ha sido parejo al de otros años, aunque yo lo he disfrutado más. El único borrón ha sido la suspensión de la cena de hermandad que tan acertadamente se ha venido celebrando estos años atrás, desde que Juan Ruiz fue nombrado Presidente. Era una ocasión estupenda para fomentar la hermandad  y ha sido una pena que este año haya sido suspendida por falta del número suficiente de comensales exigido por el catering. A mi parecer, otro año, debería celebrarse con el número de hermanos que se apunte y, si no viene un catering por ser demasiado estricto, podría hacerse en plan familiar, incluso llevando cada uno su condumio.

 

La Romería –a la que quise asistir andando porque me sentía con fuerzas para ello, pero cuyo propósito no pude cumplir por la oposición del personal- estuvo maravillosa, aunque, a fuer de sincero, el coro estuvo en algunos momentos desafinado. Cogí un audio de… la gitana cantando el Padre Nuestros con garra y vigor. Al finalizar, rememoramos viejos tiempos en el chiringuito de Joaquín, Cristóbal, Gabriel y compañía, que este año se superó en calidad y atenciones, aunque yo insistía con mi cariñoso “esto está pobre…”.

 

La Bajada de la Víspera, con muchísima asistencia de gaucinenses. Incluso, de guiris

 

La Misa del disanto, afectiva, como es costumbre, en esta ocasión realzada con las voces de la Escolanía de la Catedral de Málaga, de quien recogí alguna cantata, con ocasión del homenaje al eterno Deán, Paco Mota.

 

La Procesión, como siempre según me contaron, aunque en esta ocasión no recogí fotos, salvo al paso por la casa, ya de noche.

 

Algunas notas adicionales. Javier me pasó una foto de la puerta del Sagrario en la Basílica de San Juan de Dios, en Granada, con la que abro el reportaje. También me dejó fotografiar dos lápidas encontradas con motivos de obras en dependencias de la iglesia, que podéis ver, una de ellas del sacerdote “muerto en olor de santidad” del que ya he escrito en varias ocasiones en esta www  y que pretende recolocar en la iglesia. Este año, no ha venido ningún orador sacro a la novena, que ha sido predicada por Javier, salvo un día en que nos visitó Pepe Morales, nuestro Párroco por el año 2005, que nos dio una sentida reflexión. Por cierto, las breves homilías han ido profundizando en los Sacramentos y, con ocasión del de la unción de los enfermos, la recibimos muchos de los mayores de 65 años.

 

Por todo ello, sólo puedo dar gracias al Niño que me ha permitido venerarlo un año más…

 

Bueno, para ver el reportaje, pinchad aquí

 

 

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