Hagamos el amor con la pobreza Imprimir
Escrito por Salvador   
Miércoles, 07 de Enero de 2009 23:54

 

 

Ven y reclina tu cabeza
sobre  el regazo de margaritas
que suben río arriba
en  busca de tus sólidas miserias.
Y de las mías.

 

Siéntate  junto a mí
en la ribera del arroyuelo
y abre tus ojos inciertos
de ciervo herido.
Y dedícate a la contemplación.

 

La monotonía veloz
de los días sin fin.
Sin nuevos aconteceres,
sobresaltos ni veredas nuevas.
Más allá del pequeño dolor de tus carnes
exentas de temores.


 
Hay que buscar espacios alterados
por las dudas,
a la vez que recogimientos,
para gozar y regalar
en este mundo  de escaseces.


Hagamos el amor con la pobreza.