Aleluyas para un domingo cualquiera Imprimir
Escrito por Salvador   
Domingo, 24 de Enero de 2010 14:18

 


No ha de importarte la multitud de lobos
que merodea en silencio junto al redil.
Mientras soportas las mentiras de los hombres
-como avispas en la zarza-
hay tiempo de alabanzas y cánticos de victoria.

 

 

Cierra el cerco del odio
que te impide confiar en ellos,
abre las compuertas para que se anegue la tierra
y penetre un resquicio de luz
en las tinieblas del alma.

 

Ya está al llegar la elección que ha de venir
-en oleadas de alegría-
y todo se tornará en ramos de flores,
traídos en procesión
a los ángulos más alejados del corazón.

 

Donde las murallas y baluartes
se rasgaran de forma patente,
mientras por las grietas de las almenas
y los rendijas de las puertas
atravesará la luz para anidarte.

 


Cantemos, sí, mientras portamos el agua
que apaga el fuego de los abismos.
Toquemos tambores y cítaras,
junto a las sombras que huyen,
al son de arpas y timbales sin fin.

 

 

Mi alegría llena la misericordia
que derraman los cántaros en mi derredor.

 

Mientras camino.