Escrito por Salvador
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Lunes, 18 de Junio de 2012 10:59 |
¡Valle del Genal,
tierra arrugada de aguas sobre los pliegues de mi lengua!
Eres capaz de encontrar risas ya olvidadas y suspender sueños agotados sobre tus aguas frías.
Una mariposa trémula se besa con la roja amapola en busca de un nido en mi corazón cansado.
Mientras, el mar verde-azul-gris de la distancia me acaricia con la brisa que sube perezosa a mis cenizas.
Y yo me escondo sin rebozo en la Cueva del Órgano como un murciélago pegado al techo de la desventura.
Hasta que llegue la caricia de la muerte misericordiosa y el llanto reparador en los huecos de tus brazos .
¡Por favor, no te canses de esperar mis reencuentros,
Valle del Genal!
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