Imágenes

navidades0001b.jpg

Contador de visitas

mod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_counter
mod_vvisit_counterHoy112
mod_vvisit_counterAyer63
mod_vvisit_counterEsta semana254
mod_vvisit_counterSemana anterior339
mod_vvisit_counterEste mes1168
mod_vvisit_counterMes anterior1330
mod_vvisit_counterTotal1027243

Visitantes en línea: 3
25-04-2024

Busca en mi página


Designed by:
SiteGround web hosting Joomla Templates
Para siempre PDF Imprimir E-mail
Escrito por Salvador   
Sábado, 16 de Febrero de 2013 20:47

 


Esta mañana, casi insomne,

me encuentro en la azotea

de mi existencia y a lo lejos,

entre oquedades de cipreses,

la belleza trepa por el jardín de piedras

del Castro romano.


La escarcha humedece las dovelas

con su lengua fría y descarnada.

En las penumbras de la bóveda,

que se adorna con musgos y caracoles,

aparecen cercanas las almenas

del Alcazar  árabe.


A contraluz del amanecer,

entre lejanos ladridos de perros

que, a su pesar, se enzarzan

con los aullidos del aire levantisco,

se estremecen los cañones

del Fortín decimonónico.


Me adentro en la torre vigía

y en los fosos cercados de murallas,

aparto los matojos de recuerdos

aún no pronunciados. Y el alba,

que despereza las palabras no dichas,

me anuncia una mañana preñada de luces.


Entonces,  soy capaz de percibir

los silencios de mi niñez fugitiva,

como una nube de tamarindos

de amarillentas flores en espiga,

transformados en ternuras de casia

en los labios de la Carmen mía.


Y a la guitarra, de leves cuerdas

apenas susurrantes,

se le encienden voces de muerte

mientras suplica con desespero

a los habitantes de las sombras

que vuelvan a brillar en las estrellas.


Ante el silencio sin eco de la noche,

mil caballos desbocados sin descanso

me encabalgan en sus lomos

para dejarme en una tumba misteriosa

como resplandores de las rocas

en los aires de mi pueblo.


Para siempre.