Se descolgó el silencio
como una pueril ilusión
hasta enjugar aquellos
livianos recuerdos. Pero
todavía me vienes a la presencia.

¡Gaucín de azul fragancia!

.
Oigo dulce y cadencioso
el cantar de tus chicharras.
Siento el olor de las almacigas
respirar en mis entrañas.
Incluso, en el aire percibo 
tus calores como una brisa.

Dime cómo despiertas radiante de azul
por que sería horrible morir en la ignorancia.