Escrito por Salvador
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Martes, 12 de Agosto de 2014 11:17 |
Me quedaría solo contigo, entre las juncias. Como un chaparro que no hubieran limpiado.
Con un silencio de nueve años, en el que sólo se oyera el viento que baja por los costados del Hacho.
¡Qué sequedad de arrugados lamentos! Sin las frescas resinas, nacidas del mar y del aire, huérfanas de cielos y de aves.
Pero te tengo presente en la noche, bajo las estrellas. Y tu voz me llega entre las zarzas, como distante, pero sosegada.
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