Escrito por Salvador
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Miércoles, 10 de Septiembre de 2014 19:46 |
Como nosotros, los pájaros se aman mientras se escabullen por los aires. Hasta que, taimada y silenciosa, la señal de la separación se presenta…
Y te cierra las puertas de la ilusión.
Cuando finalice el fugaz encuentro, insatisfechos la mitad de los deseos sin haber podido evitar los fracasos de los múltiples recovecos del alma…
Abriré, de nuevo, el corazón a la ternura.
Pero, me temo que es el tiempo de volver a aislarme: empieza el viento a gemir entre mis ojos. Y en el adiós del verano que termina debo aquietar los sentidos rumorosos…
Para que no haya olvido al alejarme.
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