Cinco estrofas desesperadas |
Escrito por Salvador |
Domingo, 04 de Enero de 2015 23:31 |
blancas por el tiempo transcurrido.Por eso sentía que era inútil apretar su manoy acariciar el brazo inerte, mientrasen la almohada se perdía una súplica.
La carne indiferente y la piel gritandoal sentir volar el soplo de unos besossobre los muertos dedos del alma.Como si todo hubiera sido habladosin necesidad de articular las preguntas.
Ya no hay que esforzarse en disimular, porquetodo es transparente sin necesidad de mentir.Sólo la tibieza del viento sobre el árbolabandonado, sin un ruiseñor que cantemás allá de un sueño o una simple palabra.
Al final de la noche resplandecía el miedo,y la sábana con sus temores se enroscabaen las sombras alargadas del silencio.Sin ver las estrellas ni el lucero del albapuntear en la guitarra de la ventana abierta.
En este callejón en el que no se oyeni una voz desgarrada y macilentaque grite a los cuatro vientos tus penas,entran ganas de comerte todos los días inútileso arrojarlos a la locura de los años fingidos. |