Junio 2013 Imprimir
Escrito por Salvador   
Martes, 25 de Junio de 2013 23:08

 

Me está pasando lo mismo que con la pintura: estoy en horas bajas. Y así como no cojo un pincel o un lápiz desde hace cerca de un año (y no, precisamente, sabático, porque no lo hago voluntariamente), lo mismo me sucede con esto de la escritura, pues como habéis podido ver –el que visite esta página- no doy una tecla desde el mes de abril, para contaros alguna que otra chorradita en la Zorrera.

 

 

 

Si no fuera por la tensión que supone tener que escribir todos los lunes en el periódico Ideal, me da la impresión que no escribiría nada. Lo que, personalmente, me da pena, principalmente por mí, porque, la verdad, cuando veo mis antiguas pinturas o dibujos –seguro que debido a mi falta de humildad- hasta me gustan algunas de ellas. Y, lo que es peor, el placer que sientes mientras que estás pintando (con el lado derecho del cerebro, por supuesto, lo que te hace olvidarte de todo) lo echo de menos y me gustaría volver a enfrascarme en ese mundo, pero cada vez estoy mas perezoso. De todas formas, el otro día me puse a esbozar unos tejados de nuestro pueblo (aquellos a los que dediqué mi pequeño poema “Gaucín II”, de 2.enero.2010) y, por lo menos, me entraron ganas de repetir el modelo en acuarela y en óleo.

 

La misma intención tengo al retomar “Mi Zorrera” y contaros algo de lo más significativo, desde aquellas fechas de la pasada Semana Santa. Así es que, sin más dilación, empiezo siguiendo un cierto orden cronológico.

 

Nada más volver de Gaucín, nos fuimos toda la familia un fin de semana a Toledo, como nos tenían prometido los niños en regalo de nuestras bodas de oro. Nos gustaba más el estar unos días reunidos todos que cualquier cachivache que nos hubieran regalado, porque, la verdad, a estas horas, pasamos de cosas materiales, que lo único que hacen es acumular polvo en los estantes. Me parece que ese es uno de los síntomas de llegar a mayores: recuerdo que, de joven, no se cansaba uno de comprar cosas (yo he sido un coleccionista empedernido, de cualquier objeto, me daba igual); ahora, no pretendo acaparar nada más que buenos recuerdos. Pero, retomo el tema. Pasamos unos días estupendos, de lo que subo algún testimonio al reportaje de Picasa. Como veréis me hice acompañar del bastón que, en mi 75 cumpleaños, me regalaron mis hermanos, aunque a Pilar no le gusta mucho el artefacto. Pero, a la vista de que, por las cuestas, no era posible alquilar un carro terapéutico -¡es la ilusión de mi vida!-, tuve que acudir al bastón pues, en aquellos días, estaba fatal con la ciática (y con los kilos de más). Pîlar y yo nos fuimos en el coche de mi nieto y paramos en la Venta del Quijote en Puerto Lápice, recordando el queso de los viejos tiempos y desplazamientos a la Villa y Corte. Volvimos en el coche de Ilde.  Las calles empinadas de Toledo, las alisábamos con exquisitas viandas de la tierra y así me vine con dos o tres kilillos de más. Pero, encantado. Desde la terraza del hotel se veía toda al ciudad y quedamos encantados de los monumentos y primores de la histórica ciudad, desde donde en su día vendrían los que bautizaron una de nuestras calles como la de Toledillo. Habría que repetir este periplo familiar.

 

El once de mayo, mi amigo Antonio Campos inauguró una exposición de fotografías en la Real Sociedad Económica de Jaén, bajo el título de “Olea Europea V”. Con anterioridad hubo un acto académico en el que intervinieron el propio Antonio con una charla sobre “Una alabanza a lo antiguo” (con referencia a la historia del olivo) y del Director de Museos Etnológico de Ríogordo (Málaga), Enrique Godínez Luque, que disertó sobre “La molienda de Riogordo”.

 

El dieciocho de mayo, nos desplazamos a Gaucín para la inauguración del monolito en recuerdo de los fallecidos en septiembre de 1936, que reposan en la cripta familiar, propiedad de la familia Serrano, alguno de cuyos miembros se habían opuesto a resaltar el nombre de los catorce asesinados en Benadalid (que es imposible leer, debido al paso del tiempo). Por ello, las familias de Juan Calvente Faura,  Juan Valdivia Cabezas, y  Rafael Jiménez Gutiérrez, decidieron instalar una nueva placa para el recuerdo. Con este motivo, la casi totalidad de los descendientes nos reunimos en el cementerio, en un sencillo acto, para proceder a la bendición de la misma, lo que hizo el Deán Francisco García Mota. Mas tarde, celebramos una comida de fraternidad en el restaurante de Antonio Vázquez. Fue un día emotivo.

 

A propósito de ello, quiero resaltar que la Iglesia Católica, a la que pertenecían los homenajeados, ha decido reconocer sus méritos y la consideración de mártires, no sólo a ellos (D. Juan Manuel de la Muela Pérez y sus trece compañeros), sino que también al que fuera Coadjutor de la Parroquia del Santo Espíritu de Ronda, mi tío abuelo Francisco Jiménez Mancebo (que fue despeñado desde el Tajo), que era natural de Gaucín. Yo creo que no nos hemos dado cuenta (por lo menos no me ha llegado noticia de que el Ayuntamiento, ni tan siquiera la Parroquia, tengan organizado ningún acto para el acontecimiento) de la importancia que para nuestro pueblo supone la Beatificación de varios hijos suyos, acto que tendrá lugar el próximo mes de octubre en Tarragona. Estoy preparando un artículo dedicado a esta efemérides, que publicaré próximamente.

 

A finales del mismo mes, celebramos otro acto familiar, con motivo de la jura como Abogado de mi nieta Alejandra. Para mí es un orgullo y espero que antes de morir pueda ver a las tres nietas menores cada una en su trabajo. Por de pronto, Alex engrosa la nómina del bufete “Salvador Martín, Abogados”, que hace años fundé y que, ahora desde la jubilación, veo con satisfacción y confianza, como camina exitosamente bajo al dirección de mi hijo. Una anécdota: en el acto –dicen que por primera vez- intervinieron tres generaciones: mi nieta, mi hijo Salvador (que apadrinaba a una de las pasantes del despacho) y yo.

 

El día dos de este mes celebramos el Corpus Cristi y he visto una foto de un altar en la calle de Gaucín con motivo de dicha festividad. El día cuatro nos desplazamos, en viaje cultural, a Úbeda, organizado por el I. E. G. donde visitamos la Sinagoga del Agua, que me recordó la Esquina Matías de nuestro pueblo. Y el día 15 inauguramos la temporada en la Trucha, donde ya nos encontramos para pasar más fresquitos el verano hasta que vayamos a Gaucín en agosto y septiembre.

 

Después del rollo que os he dado con tantos acontecimientos familiares, voy a dedicar algunas reflexiones a nuestro Gaucín. Y, sobre todo, al gran número de paisanos que, a través de la red, están cada día aportando su granito de arena en la difusión de nuestras bellezas y nuestros aconteceres. Recordaré algunos de ellos, que ya han sido reseñados mejor por tantos y tantos gaucinenses (Jesús, Inmaculada, Joaquín, Teodoro, Matías, Francis, Manuela, Troyano, Pedro...) y por el servidor (creo que se dice así) “Alerta de Google: Gaucín”.

 

Así: la apertura de una nueva vía ferrata (junto a la ubicada en el Castillo del Águila, que según se dice es una de las más interesantes de la Serranía) en la Sierra del Hacho; visitar la página de  Grupo de Montaña Patapumparriba. La celebración de la Romería de San Juan, que ahora tiene lugar en el río Genal, que me hace recordar con nostalgia cuando la celebrábamos frente a la Venta de las Corchas. La gran animación que ha tenido la Recreación de la toma de Gaucín por las tropas francesas y recuperación por los guerrilleros los días 15 y 16 de junio, precedida de la interesantísima Conferencia “Gaucín en los viajeros Románticos: El Camino de Gibraltar” que pronunció  Isidro García Cigüenza (maestro en la Estación de Gaucín, etnógrafo y escritor).  Macu Prieto Martín ha subido un video (“Mi toma”) que se puede ver en su Factbook, mientras Pera Conde se entusiasma con la “agustinas de gaucín”. El Coro Romero “Villa de Gaucín”, en Factbook de Francis Prieto. En el mío di cuenta de que varias revistas femeninas rehusaron entrevistar el pasado día 5 de junio a la antropóloga catalana Mercedes Fernández-Martorell tras la presentación de su novela Ideas que matan en la Feria del libro de Madrid. "Causa cierto rechazo que mi investigación se centre en los agresores en vez de en las víctimas”. Mercedes, oriunda de Gaucín, novela su ensayo (“El machismo al otro lado del espejo”) en el entorno de nuestro pueblo. Merece la pena leerlo, aunque en él nos cite a Francis y mí. La noticia apareció en

blogs.elpais.com. Mi hermano Jesús se ha encargado, en su Factbook, de hacer la oportuna propaganda de las dos nuevas artistas, hijas de mi primo Agustín de Molina Ortega, Celia de Molina (Celia de Molina Actrizwww.celiademolina.com) y Natalia de Molina, su hermana, que acaba de rodar una pelicula como protagonista, con Javier Cámara, en Almería, bajo la dirección de  David Trueba. A Maria Méndez Valdivia, sobrina de Pilar, que ejercía de Agregada cultural en la Embajada de España en Rumanía –cargo en el que cesa el proximo julio- le han impuesto la Orden Diplomática de Rumania en grado de Comendador, como reconocimiento al trabajo que ha realizado durante los últimos seis años.

 

No estamos falos a ningún palo.

 

De ya hace algún tiempo: el éxito del CD de Francis Prieto “Serrana de Gaucín con Havaralera”. Me regalaron una nueva edición de Carmen, esta vez de la editorial Longseller. Me he encontrado una placa del homenaje que en 2001 la Hermandad del Santo Niño Dios de Gaucín hizo a mi padre por formar parte de la primera Junta de Gobierno en 1953. Subo al reportaje el almanaque de las Hermanitas de los Pobres de Sudamérica, para 2013, en el que aparece mi hermana Francisca. Así como una curiosa foto de una comida entre amigos, que sumamos 762 años y entre los que yo soy de los más jóvenes, ya podéis figuraros. Y una foto antigua de los asistentes al Congreso Georgista celebrado en Ronda en 1913 (¡acaba de cumplirse un siglo!), por aquellos primeros interesados en la problemática andalucista, entre los que se encuentra mi tío Jesús Martín Jiménez. Tuvo lugar el IV Congreso de Historia de Ronda en el que han intervenido dos de los más importantes conocedores de nuestra historia, amigos personales e interesados en el tema de los Caminos en la época romántica: Carlos González Cravioto  e Isidro  García Sigüenza; así mismo se celebró la Mesa Redonda “Los cantes flamencos de Ronda y la Serranía” en la que tuvo una especial intervención nuestro paisano Francis Prieto. En el mes de mayo se celebró en Gaucín la Semana Cultural, lo que es de agradecer. Y, en Jaén, se celebró el campeonato provincial de Padel Mercedes, en el que resultó ganadora, para aumentar su palmarés, mi hija Pilar. Por cierto, mi hermana Francisca me mandó dos fotos de su nuevo destino en Neuquen, en la   Argentina, donde, rodeados de auténtica pobreza, nueve hermanitas –ella es de las jóvenes-  atienden a medio centenar de ancianos. Para terminar el reportaje dos fotos únicas: la Fuente Pilatos (de Macu Prieto) que me trae recuerdos de amorosos paseos y las ruinas de la Venta de la Carraca, en donde Isidro me tiene citado para recorrer –después de reponer fuerza en el cortijo de Antonio Ordóñez- el Camino de los Pescadores y rehacer su pequeña historia.

Y, para revivir los cimientos de la mía, mis padres, en los años setenta.

 

 

Para ver el reportaje, pincha aquí

 

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(Perdonad, por la mala ordenación del reportaje, pero me cuesta mucho mover las fotos, al ser tantas).