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Una moción de censura contra un buen Alcalde PDF Imprimir E-mail
Escrito por Salvador   
Viernes, 12 de Septiembre de 2008 14:41


He pasado parte de mis vacaciones en Gaucín y compartido, en estos días finales de agosto y primeros de septiembre, la novedad que supone el evento que ha cristalizado en la moción de censura contra el Alcalde Teodoro de Molina de Molina, cuyo cargo ha ejercido desde junio del pasado año. Por ello, me parece correcto y obligado, como gaucinense de siempre y desde mi perspectiva personal, hacer  unas consideraciones sobre lo que ha dado de sí este año de gobierno.

Portada de "Opinión de Málaga", digital 11.09.08

He de confesar que mi postura pudiera no ser objetiva, no sólo por los lazos de parentesco que me unen a Teodoro, sino por la afinidad en los propósitos que a ambos nos liga en relación con lo que entendemos como bienestar para nuestro pueblo. De todas formas, intentaré ser lo mas ecuánime posible

Una moción de censura es un derecho político que es legítimo ejercitar y ha de soportarse con responsabilidad y dignidad. Todo político ha de responder de su actuación pública y, cuando la misma puede considerarse que no se ajusta a lo prometido en el programa que se ofreció para su elección, es obligado ceder el paso a quien pudiera mejorar sus realizaciones y ofrezca una alternativa creíble. Y, por supuesto, debe aceptarse con dignidad la decisión de los votos.

 

Acto de homenaje a los Alcaldes

 

Otra cuestión es que ese derecho político a la alternancia se ejercite por quienes han trabajado junto al censurado y, de alguna manera, se frustre la necesaria confianza en que se basan los pactos entre colaboradores políticos. Es curioso que, quien hasta la fecha ha sido adversario político de una determinada opción, llegando incluso a ejercitar la acción penal contra su líder, ahora se alíe con ellos, sin dejar que el pacto firmado de  los frutos que se esperaba del convenio suscrito. Es de justicia señalar que Manuel  Moreno se ha desvinculado de la operación.

Lo primero  que se me ocurre es que habrá de valorarse si Teodoro ha incumplido por iniciativa propia las promesas que contenía su oferta de gobierno y, en su caso, lo acordado en el pacto que firmó con el PP para acceder a la Alcaldía. Y también comprobar si las alternativas y mejoras que ha esgrimido –si lo ha hecho, lo que desconozco- Paco Ruiz para desmarcarse del referido pacto (con los socorridos pretextos de que Teodoro actuaba a su aire, sin darle cuenta de nada) y aliarse con sus anteriores enemigos político y judiciales, suponen un paso decisivo para el bienestar de nuestro pueblo. Pero de ello no merece la pena hablar y el tiempo –y los votos en la próximas elecciones- nos dirán que opción de las que se barajan sea la conveniente para Gaucín.

 

Bajada y Romería de 2007 

 

Es posible que Teodoro haya actuado alguna vez de forma inadecuada, bien por defecto o bien por exceso. La verdad es que es difícil discernir donde está el fiel de la balanza en el tema del cumplimiento de la  legalidad y hasta donde llega el ejercicio del poder de autoridad para su exigencia. Por ejemplo, la graduación va desde exigir el exacto cumplimiento de las normas del Plan General de Urbanismo, hasta tolerar la realización de obras de mera conservación y entretenimiento de lo ya edificado. Lo que pasa es que es difícil precisar cual sea el límite tolerable, porque, o se adecuan los actos de edificación a lo reglamentado y se nos puede tildar de legalistas o se deja en manos de la autoridad la permisividad arbitraria y caemos en el caos. Esa es la grandeza de la política: saber cual sea la actuación que interesa al bien general, en cada caso particular y concreto.

Como no es el lugar para hacer un estudio sociopolítico y me faltan datos concretos, haré un repaso de la situación, tal como yo la percibo.

En primer lugar, el grado de realizaciones no ha podido ir mas allá de ejecutar  pequeñas, pero significativas obras de adecuación en calles y edificios (seguidas por él a pie de obra), dadas las penurias económico-financieras heredadas (lo que ha de suponerse cierto a la vista de los informes de la Intervención). La brevedad de su mandato –usando la terminología de sus adversarios-  ha garantizado a Gaucín el que no se haya enriquecido con la especulación urbanística y le ha generado a Teodoro la tranquilidad de no verse imputado por malversación de caudales públicos y prevaricación, evitándole  una posible condena de suspensión de empleo o cargo público y siete años de inhabilitación especial. Eso, al menos, hemos ganado.

Los efectos de la moción de censura serán, entre otros, que la permisividad volverá a ser moneda de curso legal; un suspiro de alivio darán aquellos que, manteniendo contratos con el Ayuntamiento, no se verán exigidos a regularizar sus deudas pendientes y mayor lo darán quienes ocupan bienes municipales en precario y los que no quieren someterse a previas licencias. Después de un año sin comidas, banquetes y viajes gratis et inanis, muchos votantes de estómago agradecido verán renacer sus ansias de diversión.

 

Dos momentos de la Misa Solemne del año 2007

 

Pero, dejando aparte las anteriores licencias de ironía –que de todo ha de haber en la viña- quisiera poner de relieve algunos rasgos que me parece caracterizan las labor que ha venido realizando Teodoro durante estos escasos meses de mandato.

Así, ha potenciado las actividades turísticas de nuestro pueblo alentando las iniciativas privadas en este sentido, como fueron el homenaje al Hotel Nacional, paradigma de nuestra hostelería; la implantación de la Fiesta de Guerrilleros y Franceses, que merecería ser continuada en el futuro; o, en fin, la grata e imaginativa invasión de las salamanquesas que ha merecido la atención -no peyorativa-  de los medios de comunicación y de numerosos visitantes. Ha sido elemento dinamizador del homenaje ofrecido a los tres Alcaldes de la democracia, ya alejados de la política, lo que supuso un esfuerzo aglutinador digno de encomio. Y todo ello, con sencillez ni alharacas, como ya nos decía al incio de su mandato, en el programa de Ferias de 2007: “Este primer año nos han tocado tiempos difíciles, de apretarse el cinturón,  quizás porque no todo es del color rosa con que nos lo pintaban y las arcas municipales no están lo saneadas que debieran estarlo. Ello obliga a este Equipo de Gobierno, en un necesario ejercicio de austeridad, a no tirar la casa por la ventana, ni hipotecar más nuestras posibilidades futuras…” Tan es así que me consta personalmente, pues tuve el honor de participar en los eventos, la austeridad de las celebraciones: un bocata con vino de la tierra en el homenaje al Hotel Nacional, nada con ocasión de los Guerrilleros y una invitación a pie de barra con los tres Alcaldes homenajeados.

 

En las procesiones de los años 2007 y 2008

 

Incluso, sus propuestas han obtenido el consenso general de la población, hasta el extremo de que hacía años que no veíamos nuestras fachadas tan acicaladas con la cal reflejando el sol de muchos siglos de nuestra manera de ser. No es posible –aunque parezca que haya de avergonzarse uno de ello- olvidar el respeto y consideración que ha tenido para con la población extranjera y para sus manifestaciones, en especial en ese prestigioso grupo de Artgaucín que es el mejor exponente de su importancia, pero también que nos sirve de estandarte en el exterior.

Otra vergüenza, parece ser, ha sido su disponibilidad en relación con la Hermandad del Santo Niño, a cuya disposición ha puesto unos locales municipales. Esto y su asistencia con la dignidad y el respeto debido a las Romerías y Procesiones de los dos años en que ha permanecido en su puesto, han sido objeto de reticencias, cuando, a mi juicio, suponen un verdadero timbre de honor para un hijo de Gaucín.

 

En la Romería de 2008

No quiero seguir abrumando con las virtudes que, a mi juicio, jalonan  el hacer de este Alcalde que inexplicablemente nos han arrebatado en el incio de su labor, sin dejarle completar sus proyectos e ilusiones. Ya, hace muchos años, había dado muestras de sus desvelos hacia Gaucín, consiguiendo metas –incluso con Ayuntamientos gobernados por partidos de otro signo politico al suyo- que merecieron le fuera otorgado el título de Hijo Predilecto de Gaucín; a mi juicio, causa bochorno que a personas desinteresadas y comprometidas con su pueblo como él, se le siegue la hierba bajo los pies.

Nadie podrá negar que haya tenido la valentía de abandonar la tranquilidad de un entorno acomodado en una Ciudad como Sevilla y con una condición laboral y profesional consolidada, para meterse de lleno en un ambiente hostil y de pequeñas miras. En esto le ha acompañado ejemplarmente Carmen, su mujer. La serenidad con que ha afrontado, desde el principio, la serie de improperios, maledicencias, pintadas, calumnias y verdaderas expresiones de chabacanería; su dignidad en seguir gobernando en solitario durante los meses finales, sin arrojar la toalla, y la humildad y convicción con que ha llegado al pleno donde ha sufrido la censura.

 

Homenaje al Hotel Nacional

Estoy seguro de que Teodoro de Molina Fernández, otro prócer gaucinense que también ha sufrido los avatares de nuestros iconoclastas representantes, se sentiría orgulloso de la trayectoria de su nieto. Y los gaucinenses de bien recordarán siempre al Alcalde generoso y entregado a su pueblo, amable y acogedor con todos, abierto a la esperanza que ha sabido mantener, pese a las circunstancias tan adversas que le ha tocado vivir.

Yo, al menos, le reconozco el mérito y le agradezco su intento.