Estas 112 son algunas de las 16.217 fotografías que tengo en mis carpetas de imágenes (de las que 6.414 hacen referencia a Gaucín), que he dividido en ocho apartados, para ofrecer una muestra del tipismo de nuestra singular arquitectura urbana.

Estos apartados los he denominado como sigue:

1.- ACUNADO.- Gaucín se nos muestra acunado entre los brazos del Castillo y el Hacho, para amanecer tembloroso como una flor en que terminara el camino de la Adelfilla. Recostado en las milenarias Piedras del Río, surge como un anfiteatro escalonado, desde las huertas a los riscos del Castillo, que se dejan ver por las escarpadas calles.

2.- ENTRADAS.- Sus edificaciones tienen grandiosas entradas dinteladas, como las de la fortaleza, o las más sencillas pero entrañables de las antiguas tahonas de las calles Alta y Mártires. Cancelas majestuosas como las de la Iglesia y portadas ladrilladas en la calle Llana, junto a otras más modestas o ruinosas, sin olvidar las siempre necesarias puertas falsas o traseras, ni las sencillas de los cortijos deshabitados. Dejémoslas hoy, después de contemplar la arquitectura de la entrada al Convento de Carmelitas Descalzos. 

3.- VENTANAS.- Penetremos en el interior de nuestras casas y quedémoslos en el silencio de su interior. A la usanza mora, la vida la volcamos en los patios y sólo necesitamos un ventanuco para un rayo de luz.

4.- REJAS.- Más adelante las costumbres cambiaron. Cerramos nuestros accesos con fuertes hierros, llenamos de rejas nuestras agrandadas ventanas y forjamos algunas de las más espléndidas muestras de la rejería del siglo XIX. Ahora, nos contentamos con pequeñas protecciones de muros y embarrás.

5.- BALCONES.- Subamos a nuestros pisos, engalanados de balcones decimonónicos, primorosamente adornados, y otros de una belleza única, ¡ay, ya perdidos!

6.- TEJADOS.- Que riqueza la de nuestros tejados, no solo por los ornamentos que lo acompañan en multitud de ocasiones y en diversas facturas, sino por la belleza de sus tejas morunas que, a veces y por si solas, bastan para engrandecer el paisaje que se pierde en la lejanía del mar Estrecho. Los tejados de Gaucín son esculturas que coronan los edificios y te arrebatan con el rojizo color y el amusgueante verdor de tantas lluvias recogidas.

7.- RINCONES.- Mirad algunos de los que jalonan nuestras callejas, adornados de espontáneas flores y en multitud de veces, sólo acompañados de gatos y salamanquesas.

8.- SINGULARIDADES.- Y, por último, admiremos algunos hitos singulares de nuestro Gaucín., incluida esa despensa centenaria (donde los alimentos se resguardarían del calor exterior) que alcancé a fotografiar por encima de la calle Parras (junto a la fachada con ventana en ruinas que también subo a esta página), antes de que la nueva edificación arrasara con un vestigio de nuestra cultura. Me reservo para otros trabajos las más emblemáticas, como el Castillo, la Iglesia, el Convento, la Hermita, el Cementerio, la Fuente, que por sí solos merecen nuestra atenta mirada.

Este breve recorrido fotográfico pretende ser un pequeño homenaje a nuestra arquitectura urbana, tan desconocida y olvidada. Y que, de todas formas, merece que sigamos mostrándola a los que quieren mirar el fondo de las cosas.

Y, ahora, satisfaz tu curiosidad pinchando en estas direcciones:

http://picasaweb.google.es/salvadormartindm/aacunado#

http://picasaweb.google.es/salvadormartindm/bentradas#

http://picasaweb.google.es/salvadormartindm/cventanas#

http://picasaweb.google.es/salvadormartindm/drejas#

http://picasaweb.google.es/salvadormartindm/ebalcones#

http://picasaweb.google.es/salvadormartindm/ftejados#

http://picasaweb.google.es/salvadormartindm/grincones#

http://picasaweb.google.es/salvadormartindm/hsingularidades#