Continúo con el reportaje gráfico de nuestro viaje a Chile. Esta vez, salida de España y llegada a Chile el día 3 de junio.

El día dos de junio salimos, cada uno por nuestro camino. Rafi y José Antonio vinieron vía aérea desde Málaga. De allí salieron Salvadora y Teodoro, María Josefa y Nieves, por el Ave. Las dos Pilares, Inmaculada y Jose y Jesús y yo, lo hicimos en coche desde Jaén. Y Antonio nos esperaba en Madrid. Trece patas para un banco, pero a Dios gracias sin mala pata pues ahora podemos decir que no hubo ningún contratiempo –propio, por otro lado, de nuestro y edad-, si acaso alguno que otro constipado y dolor de barriguita.

Bueno, pues ahí tenemos el inicio de nuestro periplo. La llegada a la T-4 de Barajas, algunas vistas del despegue, las incomodidades propias de las catorce horas de travesía, Chile desde el aire y nuestra llegada al aeropuerto donde nos separaban la Buena Madre y Francisca.

Llegada a las siete u media de aquel día, en que nos “comimos” seis horas por aquello del cambio de hemisferio, que ya sabéis lo mal que lo acepté, como conté en uno de mis artículos en el IDEAL. Como era lógico –después de las dos comidas que nos dieron el avión- loi primero que hicimos fue desayunar.

A continuación, primeros saludos a los ancianos y enfermos y las fotos de rigor en los jardines de la Residencia.

Para finalizar, después de un reparador descanso, la consabida cena y José Antonio tuvo la delicadeza de inmortalizar la cama de nuestros descansos, por llamarlo de alguna manera.

Seguiremos con el resto de los días.

Por ahora, pinchad aquí

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