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Las Posadas de Gaucín (Tercera Parte) PDF Imprimir E-mail
Escrito por Salvador   
Jueves, 01 de Septiembre de 2011 23:58

 

 

Voy a finalizar este trabajo sobre las Posadas, reseñando por orden cronológico de la primera anotación, en primer lugar las que –aparte de la Posada del Sol, que nos ha ocupado hasta ahora- aparecen ubicadas en la calle Los Bancos, después las de otras localizaciones, para terminar con las que no tienen ubicación señalada.

 

 

 

P-2.- BANCOS, 74-76: POSADA NUEVA DE LOS MOLINA.-

Esta Posada, de las más antiguas de nuestro pueblo, sería construida sobre solar del número 74 que había recibido Antonia Ríos Moya (escritura de 14.1.1827), esposa de Joaquín Salas Moya, padres de Rosalía la esposa de mi tatarabuelo Antonio de Molina Navarro. Y a la misma se añadirían los solares del número 76 de Bancos y contiguos de calle Nueva, como vemos a continuación.

 

En efecto, en el reinado de Fernando VII, Antonio Molina Navarro, marido de Rosalía de Salas Ríos, compró en 14.1.1827, (folio 6 y s del Protocolo de Diego Barroso y Castro, P-5296 AHPM) a María Rendón Padilla una casa, la última a la salida de la calle de los Bancos para Ronda, linda con la Posada nueva del comprador que la fabricaron nuestros padres en solar que se les concedió en precio de 800 reales de vellón que recibió nuestra madre…”, como indican en la escritura de reconocimiento, los herederos Juan, Ramón, Rafael, Andrés, Cristóbal y Francisco Ortega Rendón, hijos de María Rendón Padilla, nuera de Rosalía.

 

Los citados “nuestros padres”, debieron ser como queda dicho los de Rosalía –porque los de Antonio residían en el Reino de Murcia, en donde había nacido Antonio-, hija de Joaquín Salas Moya y Antonia Ríos Moya, de cuya familia se cita en la escritura de 1754 del Mesón de Don Rodrigo a “Juan de Salas y Leonor Mateos su muger”[1]. Posiblemente la posada ya la regentaran Joaquín y Antonia, -los padres de Rosalía- a los que se refieren esta escritura “que fabricaron nuestros padres”.

 

Unos meses después, el 21 de septiembre de 1828 (Folio numero 132, de la Escribanía de Don Diego Barroso y Castro, Legajo 5296 del AHPM), Jacinto Megías Moyano vende al mismo Antonio de Molina Navarro “una casa en la calle de los Bancos a la salida del Camino de Ronda, linda con otra del comprador (Antonio Molina) y otra también mía que la heredé de Francisco Padilla Megías, mi primo… al precio de 7.600 r.v”· Por la situación, la contigüidad y coincidencia del apellido Padilla, parece que se trata de dos casas para unir a la Posada Nueva, posiblemente la que en años posteriores constituía una unidad con la fabrica de maderas de los Molina y que hoy esta ocupada por la nuevas viviendas con entrada por la cuesta final de la calle Nueva y el supermercado en la calle Bancos.

 

En resumen, Antonio Molina compró en enero de 1827 una casa a María Rendón Padilla, la última de la derecha de la calle Los Bancos (que lindaba con la Posada Nueva, que Rosalía había heredado de sus padres) y en septiembre 1828 al sobrino de la Rendón, Jacinto Megías, otra casa contigua y ambas formarían una unidad con la Posada Nueva y ocuparían la parte final de la calle de Los Bancos y de la calle Nueva.

 

Ver en el reportaje, las fotos de los edificios 77 de la calle Nueva, hasta el 74 de la calle Los Bancos.

 

Esto parece confirmarse en 29.3.1831, en la escritura de Dote de los esposos Antonio Molina Navarro y Rosalía de Salas Ríos, a “su hija Manuela al establecerse en el perfecto estado de Religiosa para mejor servir a Dios Ntro. Sr de Carmelita… en el Convento de Carmelitas Descalzas de Ntro. Sr. San José de Antequera… se ha fijado dote en once mil rs.vn…. y ofrecemos censo sobre bienes de nuestra propiedad…y para esto hemos propuesto una casa Posada Nueva que hemos fabricado en esta villa… damos poder al R. P. Fray Antonio María de los Remedios Prior de la misma Religión de esta Villa… nuestra hija que con el titulo de San Miguel se halla de Novicia…Posada que fabricamos en solar que hubimos de Francisco Padilla Mejias (ya se ha hecho mención a esta compra en 21.9.1827) en la calle Bancos en el Portezuelo, a la que hace esquina para la salida al Camino de Ronda… (Folios 24 a 25vto. del Protocolo de dicho año del Escribano Publico D. Diego Barroso y Castro, que se encuentra en el Legajo P-5297 del AHPM)

A esta Posada, en Bancos 76, se refiere asimismo en 14.12.1862 (Notaria de Pedro Barroso y Gallo, folio 898 y ss.), la escritura de Liquidación y Partición de la herencia de Antonio de Molina Navarro (en ella se dice que la edad de Rosalía era la de 70 años, y habían tenido diez hijos, entre otros a Manuela y María de la Concepción[2], que ya habían fallecido al fallecimiento de Rosalía)[3]. Entre los bienes relictos figura una casa en calle Bancos, 47, que linda con María Llaves y esquina al Camino de Ronda y Casa Posada en c. Bancos, 76, salida a calle Nueva, Linda, Norte con el camino de Ronda (luego debe llegar al limite del camino de Ronda, que se inicia al terminar la calle Nueva), Sur Pedro Luque, Poniente calle de los Bancos, con un censo a favor del Convento de las Monjas Descalzas de Ronda.

 

Sin embargo, me voy a detener en las descripciones que se hacen, en 29 de noviembre de 1880 en la escritura número Sesenta y ocho del Protocolo del propio Notario sobre “Descripción y adjudicación de bienes relictos al finamiento de Doña Rosalía de Salas Rios”, en ejecución de su Testamento de 26.4.1865, de la que subo los folios en que se cita a la Posada. En ellos vemos que concurren sólo los ocho hijos sobrevivientes, que Rosalía falleció el 31 de agosto de 1880, a los 93 años, y se hace constar (copia BienerelictosRSR-2 del reportaje) que existen dos créditos a favor de la testamentaría, que se adjudican al heredero Teodoro “como el más a propósito para poderlos realizar y de conseguir”, ya que era Notario. Estos créditos lo eran de las personas que habían tenido arrendada la posada: “uno de ciento cincuenta pesetas contra Juan López Ruiz, vecino de Genalguacil y otro contra José Saul Blanco de esta vecindad por cantidad de cien pesetas… (cuyos créditos, de cobrarse) se distribuirán en justa proporción como procedentes de esta testamentaria y como rentas vencidas de la casa Posada de la misma que los deudores llebaron en arrendamiento”.

En la Hijuela de Don Juan de Molina Salas figuran adjudicados, entre otros, los siguientes bienes (folios N5,167.208, N5,167.208vuelto y N5,167.209, copias digitales en Bienesrelictos3,4 y 5) :

“Finca urbana o sea casa posada situada en esta Villa calle de los Bancos número setenta y seis de veinte y nueve varas de frente y diez y seis de fondo equivalentes a … consta de dos cuerpos y los constituyen la planta baja, el descargadero de entrada, cosina, cuarto y cuadras y el piso alto, varias habitaciones, pajar y patio; Por la derecha saliendo forma esquina con el camino de Ronda y sitio del / Portesuelo, por la izquierda linda con casa de Pedro Luquez Amores y por la espalda con la calle Nueva a la que tiene puerta accesoria; y la auido la finca Doña Rosalía de Salas Rios por adjudicación al fallecimiento de su esposo Don Antonio de Molina Navarro según escritura ante el Notario autorizante de catorce de diciembre de mil ochocientas sesenta y dos… se adjudica a este interesado en dos mil quinientas pesetas.= 2.500.=

Finca urbana o sea casa situada en esta Villa, calle de los Bancos su numero cuarenta y siete con caserón anejo a la misma de diez varas de frente y seis de fondo, equivalentes a… compuesta de cosina, cuarto dormitorio y cuadras lindante por la derecha saliendo casa de María Llaves Luquez que pisa sobre dichas cuadras, por la izquierda hace esquina el caseron al camino de Ronda y por la espalda con el dicho camino llamado también del Cenicero y hubo la finada Doña Rosalia de Salas Rios por adjudicación al fallecimiento de su esposo Don Antonio de Molina Navarro, según escritura ate el Notario autorizante de catorce de Diciembre de mil ochocientos sesenta y dos…

 

En el folio final, están las firmas de todos los herederos y Nicolás Rendón, esposo de Joaquina.

 

En el testamento de Rosalía, del que subo el folio inicial N.0.020.266, TESTRSR 1 y 2 , de 26 de abril de 1855 (escritura número treinta y uno del Protocolo de Pedro Barroso), se nombra a los diez hijos, con sus profesiones, y, entre ellos, Juan –al que se adjudican, como hemos visto, las urbanas de los Bancos- que era “Presbítero que vive en mi compañía”. Desconozco los sucesivos propietarios de las casas 47 y 76, aunque consta en el Anuario de 1920 Teodoro de Molina como propietario de la única Posada registrada. También recuerdo que la Fabrica de Maderas en la cuesta de la calle Nueva en mis tiempos mozos la regentaba Joaquín de Molina Román, nacido el 7.4.1882 (L. 37 F. 152v) casado con María Asunción Moya Sanjuán el 28.7.1921[4]. Supongo que el negocio pasaría a sus hijas Teodora, casada con José Cancio de la Fuente, y María, casada con Enrique Aguilera.

 

(Ver fotos de los edificios relacionados con la urbana en 47 y su trasera con el Camino del Cenicero)

 

P- 3.- BANCOS 7: POSADA DEL ROSARIO.-

 

En 1856, un conocido abogado e historiador londinense, John Leycester Adolphus, se adentró por la ruta tradicional, vadeando el Guadiaro en varias ocasiones, acompañados desde Gibraltar de un guía de nombre Portela. Y llegaron a Gaucín “un lugar fuera del mundo, uno de los lugares más románticos que conozco, superior incluso a la famosa Ronda”. Se alojan –según nos dice en su libro, sin especificar situación concreta- en la Posada del Rosario, en una habitación que le seduce porque da a una fuente a la que nunca le faltan ni visitantes ni confidencias. La patrona es viuda con un trágico memorial de muertos en la familia, ya que su marido y su hijo han perecido apuñalados en riñas acontecidas en el pueblo. A pesar de que le parece la factura a todas luces exagerada, la comida la califica de sobresaliente, un plato de conejo con mucho ajo y acompañado de bolas de alcachofas.

 

Esta fuente, única referencia, no se si sería la del Puerto del Pan, con lo que la Posada estaría en los primeros numero impares, o fuese la gran fuente existente en la fachada lateral de la Caja de Ronda y la Posada sería lo que después se llamó Parador, al que luego me referiré (aunque ya en la calle del Corral) o en la de Antonio Molina Román, actual bar el Puente. Me inclino por la primera solución (Bancos, 7), esto es que la Posada del Rosario estuviese en el Café Bar de Dieguito y Eduardo Real, en la casa de Pedro Real (de la que habla el Industrial de 1908, como atribuida a Pedro, además del Hotel Ingles). Y, menos probablemente, por su lejanía de la fuente (numero 11 de Bancos), la de los herederos de Antonia Bautista, la mujer de Edmundo Sandaza, que a ella podría referirse el Pedro Real de Hotel y Posada.

 

 

Ver casas num. 7 y 9 y la fuente del Puerto del Pan

 

 

P-4.- BANCOS 26-28-30: LA POSADA DE LA ESTRELLA.-

A una Posada en la acera de la derecha, se refiere, en 27.1.1863, la escritura de donación de José Bazquez Casas (64 años) a los esposos Rafael Cañamaque Gimenez (40 años) y Josefa Sanz Daza Bazquez (40 años), que nos dice que ”teniendo en consideración la relación de parentesco y amistad que media con el D. José Bazquez, a su abanzada edad y estado achacoso con que se alla y deseando darle una prueva del amor que le profesan teniendo presente los bienes de fortuna que posee han resuelto hacerle como lo hace donación en usufructo por los dias de su vida de la media casa Posada que tiene y posee y conocida por la de la Estrella proindiviso con la otra media que también posee el D. José Bazquez compuesta… situada en la calle de los Bancos de esta Villa, con dos puertas a la mencionada calle con los números veinte y ocho y treinta… teniendo el todo de dicha Posada treinta y cinco baras de frente por dose de ancho… que dan doscientos cincuenta y cuatro metros y cincuenta y seis milímetros cuadrados cuya Posada linda por la derecha con casa de Alonso de Cózar por la izquierda con otra de Catalina de Casas Moya y por la espalda con las de Antonio Ochoa y calle Nueva, cuya media Posada perteneció al D. José Bazquez por compra la tercera parte del todo de dicha finca a Bernardino Florín Delgado, vecino de Campillos…y (otra parte) de D.ª Antonia Megías Tovar, consorte del D. José Bazquez le toco a la doña Josefa Sandaza nieta y única heredera del repetido D. J Bázquez y doña Antonia Megías Tovar” (sigue con los títulos y circunstancias registrales del resto de la finca total) (Folio 25 y ss. Protocolo Barroso y Gayo)

 

Al indicar la escritura que linda por el fondo con “Antonio Ochoa y calle Nueva”, parece indicar que salía (por la planta superior) a dicha calle, lo que parece confirmar el entrante que hay en la casa num. 41 de la referida calle Nueva, con una puerta remetida a nivel inferior, que sería la conexión con la Posada. Este dato, como tantos otros de este trabajo, sólo se sustenta en mis apreciaciones externas, pues desconozco los historiales registrales (que deben poseer los respectivos propietario), que no he consultado. Otros, cuando lo indico, se deben a informaciones de amigos y vecinos.

 

Copia digital en el reportaje.

 

En 1863 consta la Venta de la Posada La Estrella en calle Bancos, 26 y 28 (Escritura numero 7 del Protocolo de D. Pedro Barroso y Gayo, Legajo P-5313. AHPM), por lo que, al coincidir el numero 28 en ambas escrituras, es lógico considerarlas una misma Posada y darle el nombre de Posada de la Estrella. A esta conclusión podemos llegar si ya sabemos que Bazquez hace donación a los Cañamaque Sandaza de la posada “proindiviso con la otra media” que sería la correspondiente al número 26, con lo que toda la posada comprendería los números 26, 28 y 30[5]

En el Catastro actual aparece como 28 una casa independiente (con una balconada figura en la foto) de la Posada; la 26 y 24 no están numeradas, aunque si lo está el número 22 y después la Farmacia (20 Y 18)

 

(Ver fotos de los edificios de la acera derecha, 26, 28 y 30)

 

Esta posada de la calle Bancos, sería posteriormente la de Joaquina Román Moya que estaba casada con José María Nieto. Después fue atendida por la hija de los anteriores, Manuela Nieto, casada con Paco Herrera y en donde todavía paraban arrieros, como los meloneros de Estepona y los cereceros de Genalguacil. Andrés Andrade, el Indianito, la utilizó para Salón de Baile, de los que recuerdo con nostalgia los que celebrábamos en las Fiestas Navideñas, por los años cincuenta, con gran escándalo del Párroco. Después creo que se transformó en una especie de supermercado y, en la actualidad, está dedicada a Hogar de la Tercera Edad. Esta es de las Posadas mas antiguas y debe ser de las que citan los anuarios de 1899 y 1907, incluso podría tratarse de la descrita por Darlymple y Birkaman.

 

 

 

P-5.- BANCOS 3 Y 5: POSADA DE SUAREZ A ESPALDAS DE TOLEDILLO, 4.-

 

En certificación de 27 de mayo de 1865, expedida por el Secretario del Ayuntamiento de Benarrabá (Manuel Cañamaque) sobre cancelación de hipoteca suscrita por Cayetano Cañamaque Jiménez, para responder del remate de leña del Monte de la Corchuela, se hace referencia a la finca La Almadravilla y a dos casas, en calle Toledillo, 4 (“que linda al fondo con Posada de Don José Suárez Martos”) y en calle Larga , 10, de la que se dice que “por la derecha haciendo esquina al sitio llamado del Hondón de dicha calle, por la izquierda con D. Francisco Soriano Holgado y espalda con D. Fernando Palacios Godino”; esta casa la adquirió por compra a su hermano D. Alonso Cañamaque Jiménez en 1861.

 

También se señalan como linderos de la casa en Toledillo, 4: derecha Herederos de Juan Barroso, izquierda Josefa M (Martín, Mateos, Montes ¿?) Ramos/Román; y consta de dos cuerpos, habitaciones altas y bajas, graneros y patio, y que hubo en 1852, por compra a Rafael…. y Rosa Cañamaque Jiménez (sus hermanos).

 

El fondo de la casa Toledillo, 4, que posteriormente se unió a la num. 6 (la de Barroso), es la de los herederos de Miguel Domínguez Jiménez (ascendientes eran los Barroso Domínguez y los Cañamaque Jiménez), que tiene un patio al fondo, que linda a su vez con patios de las casas números 3 y 5 de la calle Bancos (hoy de Paco Ramos, Bar Paco Pepe, y el antiguo Bar de Ciriaco Real) con lo cual estaríamos en condiciones de afirmar que la Posada de Suárez estaba en Los Bancos 3 y 5.

(Nos suenan los nombres que se citan de la calle Larga, 10, en que se cita a D. Francisco Soriano Holgado y que esta casa la adquirió por compra a su hermano D. Alonso Cañamaque Jiménez en 1861”. (Ver P-1.- Posada deL Sol, escritura de 1862 entre Soriano y Alonso)[6]

 

 

 

P-6.- BANCOS 41: POSADA DE LLINAS Y DEL MONTEJAQUEÑO.-

Ya en los años de la Restauración, en 1.2.1884 consta la venta de urbana, de José Tineo Domínguez a María Llaves Luque, casa en c. Bancos, 43, de 4 m. de largo por 6 m. de fondo, lindando por la derecha saliendo con casa Posada de D. Eduardo Llinas Casa, izquierda da a la llan ¿? y espalda con el camino de Ronda, por quinientas setenta y cinco pesetas (Leg. P-5373, año 1884, Protocolo de TMS, al nº 13)[7].

 

Me han informado la madre de Paco Benítez (en Bancos 29) y Rosario Rondón Mendoza (en Bancos 27, antigua propietaria del Horno de Pan cocer, de Bancos 1) -las que a pesar de sus años tienen un memoria privilegiada- que esta Posada, en sus postrimerías, era propiedad de Catalina Medina Sánchez, abuela de la primera, que lo tuvo alquilado al Montejaqueño, por cuyo nombre era conocida la Posada.

 

Por tanto, esta Posada de Llinas estaría situada en el número 41 de la calle de los Bancos, que en la actualidad se compone de tres edificios, el num. 39 –con tres puertas, Andrés Vázquez y Juan Corbacho- y dos con el número 41 duplicado, también con tres puertas (Gonzalez El Roío, Cristóbal y Delia y ---). De la balconada que existe, realicé hace años un óleo que subo al reportaje.

(Ver las fotos del edificio y de las traseras, en el reportaje)

 

 

 

P-7.- BANCOS 68: POSADA DE QUITERIO.-

 

Me dicen que en este edificio, propiedad de Avilés, hoy completamente reformado, hubo una Posada -y carnicería- que regentaban Quiterio Real y su mujer Rosario. No tengo constancia registral de ella.

 

(Su existencia me la confirma asimismo Rosario Rondón Mendoza que, como se ha dicho, era propietaria del horno de la propia calle Bancos, 1, inicio conocido por “Puerto del pan” y al que probablemente se refiera la anoitación del Catastro del Marqués de la Ensenada, al anotar la existencia de ”Una Panadería de todo el año que es de Francisco Carrillo la que la dara de utilidad quinientos rr. y siete que solo travajaran quatro meses al año…”

 

 

Foto en el reportaje.

 

 

 

6.- OTRAS POSADAS EN LA CALLE CORRAL.-

 

 

 

Hasta aquí, las Posadas con indicaciones de que estaban ubicadas en la calle Banco. Si embargo, hay otras cercanas o sin concreta ubicación, que paso a enumerar, incluidas las ubicadas en la calle Corral (aparte de las citadas en la Introducción a este articulo y, en especial en “El hospedaje en Gaucín”)

 

 

P-8.- CORRAL 5: FONDA ANDALUZA.-

 

En 26.6.1863 se hace un expediente de dominio de la casa en calle Corral, 5, que hace esquina por la izq. con Callejón del Toledillo y linda por la espalda con calle del Toledillo, y que tiene derecho al aprovechamiento de la derrama de la fuente que hay en el Frontón de las calles Corral y Bancos. Lo instan, de por mitad Joaquina Añón Añón, esposa de Pedro Barroso y Gayo, Notario, y Manuel Domínguez Aguilar, Médico quirúrgico; el mismo día Joaquina vende su mitad a Manuel. (Escritura num. 67, Folios 76 vto. del Protocolo de D. Teodoro de Molina Salas, Legajo P-5347, AHPM).

 

Esta es la casa que posteriormente heredó Prudencio de Molina Serrano y en la que hoy se encuentra el Bar de Manolo el Gitano y Caja Mar, y que hasta los años cincuenta del siglo pasado se conocía por Fonda Andaluza o Posada de Manuela Molina

 

 

P-9.- CORRAL, 8: HOTEL INGLES.-

 

Ocho años después, 1896, el periodista francés Pontsevrez, “entra a las seis de la tarde en Gaucín, pequeña y extraña población, de calles estrechas, donde nunca ha pasado un carruaje ni pasará, pavimentadas de guijarros de cabezas redondas que destrozan los pies de las gentes y ponen en dificultades incluso las patas de las mulas… la fonda ni siquiera oculta su preferencia por el tipo de viajero: Parador de los Ingleses. La cara patibularia del posadero y la habitación que les reserva, con una trampa en el suelo, de la que sube un fuerte olor a carne sacrificada… (lo que la trampa guarda) un cuarto de cordero, un cuarto de buey y muchos volátiles colgados del techo: era le previsión de carne, la despensa… no les faltaría que comer... el señor Pedro nos dio de comer excelentes platos y de beber un buen vino”, descripción que coincide con la que ya conocemos del Hotel Ingles, después Nacional.

 

Me remito a mis anteriores trabajos sobre el hotel, sus visitantes y sus propietarios. Recordaré que, las guías de la provincia hacen referencia a Pedro del Real, que regentaba el Hotel Ingles en 1899, siendo Posaderos en dicho año, José Godino, Juan Nieto, el propio Pedro del Real y José Rodríguez. Pedro Real Carrero –con este segundo apellido- figura en 1908 como titular del Parador y Mesón. Ya en el Anuario del año 1917, y con la denominación de Fondas, figuran Alonso González, el Hotel Ingles de Domingo Bautista (yerno del famoso Pedro Real) e Ildefonso Ramos.

 

(No he podido concretar, aparte de Pedro ReaL quienes fueran los Posaderos José Godino, José Rodríguez y Alfonso González, que se citan en los Anuarios y no aparecen en los libros de los viajeros ni en las anotaciones del Archivo Histórico de Málaga, que he consultado. Espero que en un futuro cercano, con vuestra ayuda, pueda hacerlo)

 

 

 

P-10.- CORRAL, 19: POSADA INGLESA O PARADOR.-

 

En mayo de 1867 Penélope Holland llega a Gaucín escoltada por la gente del pueblo, hasta la Posada Inglesa, donde le dan tres habitaciones que se comunican entre ellas, sin puertas ni cristales en las ventanas, por lo que se trasladas a otros cuartos del establecimiento. La patrona, que lleva años recibiendo viajeros ingleses, está al tanto de sus gustos, en especial de su aversión a los ajos. Era festivo, el día de la Cruz, una cruz colgada con flores y la población en traje de gala; un grupo de aldeanos bailando con alegría a los acordes de una guitarra y unas castañuelas, les “recuerda a Sevilla, pero, por supuesto aquí, mucho más interesante”, incluso con una muchacha a la que le faltaba una pierna, que bailaba con su muleta tan alegremente como las otras. Una estupenda cena sirvió de colofón a tan animada fiesta y Penélope, al acabar el día, traslada a su habitación el ambiente bucólico y de paz en que vive el pueblo: “aunque no dormí profundamente, fue de lo más agradable, después de tanto ajetreo, permanecer en la fresca habitación con aspecto de granero oyendo el chapoteo de la fuente abajo en la calle y el repetido grito del sereno cantando, sin prisas, las horas”

(La cita de la fuente abajo en la calle –que estaba en el lateral del actual edificio de la Caja de Ahorros, frente al Parador- y el granero, me hace deducir que se trataba del Parador junto a la Carrasquilla. Ya he mencionado al inicio de este trabajo que los hermanos Diego y Paula Domínguez Barroso, adquirieron por herencia de su padre Manuel Domínguez Aguilar en agosto de 1883:Casa Parador situada en la calle del Corral numero diez y nueve, de doce metros y diez y siete centímetros de frente por veinte metros y ochenta y cuatro centímetros de fondo, lindado por la derecha con otra de Diego Domínguez Fernández hoy de Lucia Barroso Añón, por la izquierda al llamado Camino del Moral y por la espalda con el sitio llamado de la Carrasquilla”.[8])

 

En relación con este misma Parador, podemos considerar la siguiente anotación de fecha 26.11.1885: Lucia Barroso Añón vende a Apolinar Larqué Domínguez casa en c. Corral, 17, linda derecha saliendo con Isabel Medina Velade, izquierda con casa parador que fue de D. Manuel Domínguez Aguilar hoy de D. Diego y Doña Rosalía –en la anterior se cita a Paula- Domínguez Barroso y espalada hederos de Sebastian González Chaparro y Egido llamado de la Carrasquilla (Escritura num. 121 del Protocolo de Teodoro de Molina Salas, AHPM, P. 5374)

 

En 1888, el francés Gabriel de Saint Víctor, fue de los último en recorrer, a la manera tradicional, el camino hasta la Roca y nos habla del Parador de los Ingleses, muy británico en su denominación, pero de completa arquitectura hispana, “con sus arcadas, sus fuentes, sus patios a cielo abierto y sus amplios establos”, lo que me parece una exacta descripción del Parador, propiedad actual, por herencia, de los Faura, como podemos ver en las fotos del reportaje.

 

 

 

 

7.- POSADAS SIN UBICACIÓN CONCRETA.-

 

P-11.- POSADA DE LA PAZ

 

Ya, en el reinado de Isabel II, antes de Semana Santa del año 1849, el Reverendo James Meyrick, que se había visto obligado, por razones de salud, a abandonar el desempeño de sus funciones eclesiales, después de cruzar varias veces el Guadiaro, se entusiasma con las montañas de la Serranía que son un desafío de belleza, con las sombras y las luces sucesivas, hasta tal punto que las compara con Grecia y una Arcadia bucólica. Llega a Gaucín y lo acoge la Posada de la Paz donde el mesonero le cae bien, “honrado y sencillo, uno de los caballeros por naturaleza que todavía hoy subsisten en los rincones de España”, que a la mañana siguiente le acompaña a visitar la torre morisca. Allí se sorprende de ver un pequeño monumento en sus paredes que recuerda a un paisano al que no dieron sepultura en el cementerio del pueblo porque no era cristiano, les dice el posadero, aunque ellos rectifican, cristiano, sí, católico romano, no.

 

Tres años más tarde, en 1852, Charles Wainright March, periodista y ensayista neoyorquino, nos recuerda como tantos otros viajeros, el constante peligro de despeñarse por los caminos, de los que se desprenden cortantemente cantos que caían al fondo de impresionantes barrancos, así como el escenario sembrado de cruces de madera que se alzan sobre montones de piedras, recordando a los muertos. En Gaucín, donde se siente la larga sequía de Andalucía por la carencia de lluvias desde hace meses, se hospedan en la Posada de la Paz donde el hambre voraz de los militares ingleses han dado buena cuenta de las provisiones importantes. Se sienten satisfechos, sin embargo por “unas truchas apresadas en aguas del río Guadiaro, la más suave de las mantecas, los huevos recién puestos, el más blanco de los panes”. El periodista americano saca un buena impresión de conjunto y la contemplación de la magnifica grandeza romántica es tan exultante que ni las pulgas, habitantes tradicionales en establecimientos como en el que se alojan, osan molestarle aquella noche.

 

No he podido precisar si esta Posada de la Paz se encontraba en la acera de la derecha o de la izquierda, ni tan siquiera si estaba en la calle de Los Bancos, pues también es probable que su ubicación estuviera más cercana a las calles Convento (La Fructuosa) o Corral (el Parador), ya que ambos viajeros venían por el Camino de Gibraltar para, tras el trasnoche, seguir para Ronda.

NOTA ADICIONAL.- En Mi Zorrera de 24.9.11, "María Josefa y otras cosas", decía lo siguiente:

 

Y, para terminar, una nota curiosa sobre el tema de las Posadas que me ha tenido ocupado durante este verano. La otra tarde, para distraerme, me entretuve con el Libro de Visitas del Hotel Inglés, que me ha proporcionado una pista sobre la ocupación de la llamada Posada de La Paz, nombrada, como sabéis los que habéis leído la Tercera Parte de mi artículo, por los viajeros románticos Reverendo James Meyrick y, en 1852, Charles Wainright March, periodista y ensayista neoyorquino, que la citan precisamente con esta denominación. Pues bien, como podéis ver en el reportaje, el 27 de abril de 1929 visitó nuestro pueblo un tal Melveriwether ¿? de SMonix ¿Santa Mónica?, U.S.A. que dejó escrito en el Libro de Visitas (según la traducción que me ha facilitado mi hermano Teodoro):

“Estuve en Gaucín hace 38 años en la Posada de la Paz (en la esquina). En estos 38 años jamás me he olvidado del maravilloso y encantador paisaje alrededor de Gaucín”.

Ello me lleva a una aproximación de cual fuese la nombrada Posada de la Paz. A mi entender, la que estaría en el antiguo bar de Dieguito y, posteriormente, de Eduardo Real, “en la esquina” más cercana al Hotel de los Ingleses donde se hospedaba en 1929 nuestro personaje, que ya la había visitado en el año 1891, esto es, 38 años antes.

Pues, vale la rectificación. Y ojalá me encuentre nuevos datos sobre nuestras posadas.

 

 

P-12.- FONDA DE ORIENTE.-

 

Nos dice Heredia que “en la Fonda de Oriente se alojó en 1862 el celebre escritor danés Hans Christian Andersen (ver también Majada Neila, J: “Viajeros románticos en Málaga”, Salamanca 1986).

 

No consta su ubicación, por lo que podría ser la calle Los Bancos. Sin embargo, me consta que otro Andersen firma en el libro del Hotel Nacional, en las paginas de 1902, lo que podría hacernos pensar que vuelve al sitio en que su padre habría estado, esto es el la Posada de Oriente o el Parador de los Ingleses, en calle Corral.

 

Pero, como sabemos, haciendo una primera aproximación al Libro de Visitas del Hotel, sólo en 1864 –cerca, pero después del 62- hay constancia de las firmas de los viajeros, militares de la Roca, entusiastas de nuestras vistas y nuestra manera de ser. Aunque el primer apunte legible es del día 8 de agosto de 1868 (“15 oct 1868 captain Blunt del 83 Rgto.”), me dijo Clemen, última propietaria del Hotel en funcionamiento, que le han arrancado hojas –lo que lamentablemente se aprecia a simple vista- y que el nombre de Hotel Ingles se debe al ilustre grabador ingles David Roberts, que nos visitó en los años treinta.

 

 

P-13.- HOTEL DE RONDA.-

 

Pasado el sexenio revolucionario (1868-74) nos visitó el Coronel Wiloughby Verner, célebre ornitólogo, que estudió concienzudamente nuestra fauna (en especial el águila) y ya en la época de la restauración y hasta finales del siglo, el número de viajeros disminuyó como consecuencia del establecimiento del ferrocarril. En todo caso, viajeros como el italiano Antonio Gallenga (1879) o el académico francés Louis Launay (1889) nos hablan de las Posadas, y otros que hacen referencia a ellas. Por ejemplo, en un libro de autor anónimo el narrador nos dice que el 6 de diciembre de 1882 se encuentra en Gaucin, donde las gallinas se levantan tarde y cita al “Hotel de Ronda” cuyos propietarios ocultan el letrero con el nombre del establecimiento para no pagar impuestos, el marido es de carácter autoritario y no sabe leer por lo que su mujer y su hija se vengan de él cuando se recibe una carta. Nos consta que ya en el siglo XIX se intentaba defraudar al erario público, pero lo que no nos consta es la ubicación del Hotel de Ronda, pese a su ostentoso nombre.

 

 

8.- UN ÚLTIMO APUNTE SOBRE LAS POSADAS DE LA CALLE DE LOS BANCOS.-

 

En un intento de resumir, las Posadas de la calle de Los Bancos, serían

 

EN LA ACERA DE LOS PARES:

 

- 26.- La Estrella,

- 28.- La Estrella

- 30.- La Estrella, P-4

- 68.- La Posada de Quiterio, P-6

- 76.- Nueva de los Molina, P-2

 

 

EN LA ACERA DE LOS IMPARES

 

- 3/5.- Posada de Suárez, P-5

- 7.- Posada del Rosario, P-3

- 13.- De Moya/Soriano, segundo Mesón, P-1

- 13D.- Posada del Sol o de Don Rodrigo Soriano/Cañamaque/Valcarcer, P-1

- 41.- Posada de Llinas / del Montejaqueño, P-7

 

SIN CONCRETAR:

 

Posada de la Paz, P-11

Fonda de Oriente, P-12

Hotel de Ronda, P-13

 

 

EN LA CALLE DEL CORRAL:

 

5.- Fonda Andaluza, P-8

8.- Hotel Inglés, P-9

19.- Parador de los Ingleses, P-10

 

 

 

P-14.- “HERRADURIA” DE LOS ODONES.-

 

Por si alguien es superticioso –yo no lo soy- voy a añadir un P-14, que no se corresponde con las Posadas de las que hablo, sino de un establecimiento complementario y esencial en aquellos tiempos.

 

La vivienda de Paco Benítez, en la calle Bancos, 29, fue en su día –cuando el esplendor del Gaucín hospitalario estaba en su cenit- el más importante taller para herrar caballerías. No sé si he dicho que no he encontrado el sustantivo que corresponde a dichos talleres, pues los herreros trabajan en las herrerías, por lo que a los herradores habría que encontrarlos en las herradurías. Pero es lo cierto que no he sido capaz de encontrar -en DRAE y en MM- un sustituto a este barbarismo, por lo que pido perdón.

 

Pues, lo que iba diciendo, allí se encontraba el taller de herrar mas importante de Gaucín (había otro en los bajos de la casa Bancos,11, de Edmundo Sandaza) del que sólo se conservan al argollas en la fachada para atar a las bestias y una especie de panoplia a modo de escudo familiar. Bueno, también están en los bajos, las espaciosas cuadras y el camino que a ellas conduce, por el espacio que hay hoy día entre las casas 21 y 23 de la calle Bancos, cerrado por una verja.

Este taller posiblemente sería propiedad de Don Bartolomé Sanz Daza Moya, Profesor veterinario –según reza en el acta de matrimonio de su hijo Francisco- y, posteriormente, lo regentaría éste, Francisco Odón Sanz-Daza Sánchez, cuya profesión era la de herrador y vecino de la calle Bancos (así consta en certificación del Registro Civil de Gaucín, folios 88-89). De éste, pasaría a Eloy Sandaza Aguilar, su hijo, que fue el último propietario de este taller, que mas recientemente trasladó a la acera de enfrente, donde se jubiló.

En conclusión, como nos resume Antonio Garrido, muere siglo XIX y la apertura de la línea de ferrocarril pondrá fin, desde el momento de su entrada en funcionamiento, al recorrido a caballo de uno de los trayectos más arriesgados, de más nombre entre los extranjeros y más descrito en los libros de viajes: el llamado “camino inglés”. Ruta de herradura que agoniza y con el la utilización del caballo como medio de transporte, los arrieros, el corsario, las escoltas, los guías e incluso los contrabandistas.

 

Y, con ellos, se inicia también la decadencia del centro neurálgico del camino inglés: Gaucín, que culminará con la apertura, tras la contienda fraticida, de la carretera de Ronda a nuestro pueblo, que deja de ser atracción para forasteros y núcleo administrativo para la Comarca.

 

Pero, esa es otra historia. Por ahora, bástenos este apunte entre la historia y la leyenda, para adentrarnos en la fantasía de las posadas de los/las viajeros/as románticos.

 

 

Gracias por la triple atención y pinchad aquí:

 

 

https://picasaweb.google.com/salvadormartindm/POSADAS#

 

 

 



[1] Una aclaración: el citado Juan de Salas, que falleció el 8.9.1794 (L. 3, F. 116.v ACM) contrajo matrimonio con Leonor Mateos, la que falleció el 2.1.1795, con testamento ante Pedo del Valle (L.3, F. 120), y fueron los padres de Rodrigo de Salas Mateos, Regidor que fue del Concejo de Gaucín en 8.1.1795, quien casó con Isabel Moya. En 8 de febrero de mil setecientos “nobenta” este Rodrigo, Alcalde Ordinario, firma como testigo en una escritura de venta de una viña en la Clavellina por parte de Bernarda de Salas a Sebastián Carrasco Moya (Notaria de Pedro del Valle, Legajo P-5386). Y estos Salas son de la familia de Rosalía, esposa de Antonio Molina Navarro, propietarios de esta Posada que estamos estudiando.

[2] Esta Concepción, era soltera y, en 1862, de 44 años (debió nacer en 1817) que podría ser la “Marujita” o la “Mariquita” citadas por W. Irving y otros viajeros, como hemos visto en los textos. Murió en 1880, el mismo año que su madre.

[3] Antonio de Molina Navarro, había fallecido –hacía seis años- en 1856, y testó el 11.8.55. Entre los bienes relictos, además de los citados en Bancos, están la casa principal en Larga, 42 y contigua 40. Y otra casa en c. Llana en el sitio que llaman Callejón del Tuerto Gomes, num. 4 o 44.

[4] Joaquín era hijo de Teodoro de Molina Añón, (nacido en 1856) casado el 19.1.1877 a los 21 años con Lucia Román Moya y nieto de Pascual de Molina Salas (7.5.1825), casado en 28.8.1848 (Folio 72 del L. 14 ACM) con Mª Cayetana Añón Gutiérrez.

[5] En las fotos que he hecho, de izquierda a derecha: num. 32 (hace esquina con el callejón de la Coronela), 30 con fachada larga, la posada del indianito, hoy salón de los ancianos; 28 con un balcón grande; 26 y 24 sin numerar; 22 numerada; 20, farmacia; 18 no hay numeración, pero era el Bar El Hormiguero y estará unida a la actual farmacia; 16 que era el estanco de Llaves; 14 donde vive el hijo de Felipe, Antonio Ramos que anteriormente fue la talabartería que ya he citado; 12 sin numerar en donde estaba el Bar de Godino; la 10 sin numerar que era la confitería de Godino (que me dice Paco Ramos ocupaba una tercera talabartería), que tiene puerta por arriba; la 8 en donde se encuentra el Restaurante El Lateral, creo que junto a las núm. 6 y 4; y la num. 2 de Manolo Moyano, que también tiene entrada por la calle Nueva.

[6] En Sede Electrónica del Catastro se ve que el patio trasero de Toledillo, colinda con los traseros de los números 3 y 5 de Bancos.

[7] En 1874, diciembre, folio 130v. muere Francisco Llinas Casas, abogado, de 24 años, de tisis, por lo que la Posada sería de su hermano Eduardo

[8] Manuel Domínguez Aguilar en agosto de 1883 estaba casado con Lucía Barroso Añón –citada como lindero-, padres también de Sebastián, a su vez casado con Isabel de Molina, padres de tío Joaquín el Magistrado