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¿Quién la hallará? PDF Imprimir E-mail
Escrito por Salvador   
Miércoles, 30 de Noviembre de 2011 11:36

 

 

Creo que llegar a las trescientas mil visitas,

bien merece dedicar este pequeño poema

a Pilar, la mujer fuerte,

“pues no le faltan riquezas”,

como continúa diciendo el versículo once.

 

 

 

Una mujer fuerte, ¿quién la hallará?

Supera su valor a las perlas.

 

(PROVERVIOS 31, 10)

 

 


No tengo que buscarla:

en silencio todo lo abarca.

.

Vuela en sombras calladas por las habitaciones de mis entrañas:

pendiente de una cama desecha, del café caliente de la mañana.


Solícita sin descanso, como un regalo o un murmullo de caracola,

como un mensaje en la orilla  de arrullos escritos en las olas.


Sus manos acarician en su regazo las ganancias que necesito

y de madrugada hilvana con mano firme la lana  y el lino.


Al alba se ciñe la cintura, alerta a las exigencias de lo cotidiano.

Y eleva los brazos a las alturas sin descanso.


Lejana a la murmuración, vela  en la noche que no se apague  la lámpara

que ha de iluminar; mientras preña de dulces vinos la viña que planta.


Alarga su mano al que lo necesita y no teme al rigor de las carencias

porque rebosa sabiduría, se ríe de lo por venir y es  rica en clemencia


Su generosidad es tan profunda como simas de ecos

y sus manos enjugan lágrimas de mis ojos secos.


Para escapar de las desgracias abre mil calles

y las fronteras de la incomprensión saltan al aire.


Guía con mano firme las esperanzas de cada día,

ilumina la vejez y sostiene la ancianidad mía.



Su estima sobrepasa la de las piedras preciosas

prendidas en mi pecho

-como mariposas doradas-

mientras resulta reconfortante mirarse a los ojos.



 

Una luz mediterránea cincelada en la espuma de su frente...