Imágenes

trescuadros 019.jpg

Contador de visitas

mod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_countermod_vvisit_counter
mod_vvisit_counterHoy47
mod_vvisit_counterAyer116
mod_vvisit_counterEsta semana515
mod_vvisit_counterSemana anterior592
mod_vvisit_counterEste mes362
mod_vvisit_counterMes anterior1686
mod_vvisit_counterTotal1028096

Visitantes en línea: 8
04-05-2024

Busca en mi página


Designed by:
SiteGround web hosting Joomla Templates
Cada cosa en su sitio PDF Imprimir E-mail
Escrito por administrador   
Sábado, 09 de Septiembre de 2006 17:16

Mi querido amigo Juan Manuel Camacho, escribía este lunes un interesante artículo de opinión en un periódico gratuito, en el que, al poner de relieve el calamitoso estado de limpieza en que se encuentra nuestra querida ciudad, arremetía, con pretendida justicia distributiva, contra nuestra clase política, a la que se cita en sus tres siglas significativas, PSOE, PP e IU, si bien es cierto que al preconizar que dejen de venir a este feudo y de reírse de Jaén, con mucho Paraíso Interior y Activa Jaén, uno piensa de inmediato en los políticos de Sevilla y Madrid que son los que nos visitan, mientras que los que están in situ, se escapan del anatema, aunque también tenga su cuota de responsabilidad en el desaguisado. Sin ánimo de polemizar, sino con el exclusivo propósito de aportar alguna idea que nos ayude a poner cada cosa en su sitio, sí que quiero arrojar una lanza en favor de todos los políticos, a los que —y en esto coincido con mi dilecto amigo— habría que pedirles que dejen de lado las inútiles refriegas políticas y sean capaces de entenderse en las cosas importantes que se cuecen a favor de nuestra Ciudad y nuestra Provincia. Pero me parece excesivo, dicho con todo respeto hacia el opinante, afirmar que “a todos los políticos de esta ciudad el asunto les trae al fresco… que ninguno tiene la decencia de poner las cosas en orden… (porque) a estos políticos de pacotilla, del PP, del PSOE y de IU, no les escuece su tierra… ni les duele Jaén, ni les va el alma en esta bendita Ciudad…”. Y, sobre todo, se sale de madre achacar en exclusiva a éstos (a los que, por lo que se ve, sólo les importa la póliza de vida que tienen con el sueldo que no se trabajan) de que Jaén sea una ciudad mugrienta y consientan la mecha incendiaria de tanta podredumbre. A mi juicio, en el otro brazo de la balanza deberían posarse las pintadas, las litronas, las bolsas de plástico, las mugres y los desperdicios que hacen del cerro de Santa Catalina un vertedero municipal o de la falda del Castillo una pocilga, detritus que son, precisamente, los ciudadanos (es un suponer) los que los arrojamos. A todos nos habrá dado envidia visitar Zurich, Colonia, Estrasburgo o cualquier ciudad de nuestra Europa y ver sus calles y jardines exquisitamente cuidados y limpios. Nos habrá avergonzado arrojar un estuche de azucarillo en el suelo de una cafetería europea, porque de inmediato caemos en la cuenta de que es el único que lo ensucia… Y, sin ir tan lejos, ¿Quién no ha visitado, por poner un ejemplo admirable, Oviedo y ha podido comprobar como los españoles también sabemos cuidar nuestras ciudades? Por eso, querido amigos, pienso que somos nosotros, ciudadanos de a pie, los que ensuciamos nuestras ciudades y nuestros espacios públicos y seríamos los primeros que tendríamos que avergonzarnos de nuestra desidia, de nuestra actitud grasienta, de nuestros comportamientos propios de los que habitan en una pocilga. Claro es que, en este caso, nos dolería nuestra ciudad, nos escocería nuestra tierra y nos iría el alma… recibiendo —y apoyando— a nuestros políticos. Lo dejo dicho a los solos efectos de equilibrar —si cabe— la balanza de nuestras interioridades.