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Escrito por Salvador   
Domingo, 31 de Marzo de 2013 23:33

 

 

Si bien la frase ‘vaya tropa’ es harto conocida –la acuñó el Conde de Romanones cuando se refirió a sus amigos que le habían negado el voto para Académico de la Lengua, a los que se refirió con la expresión “joder que tropa”-  es lo cierto que la puso de moda Rajoy en una de las trifulcas, para hacerse con el feudo de Madrid, protagonizadas por: Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz  Gallardón. Hoy, sin duda, podría aplicarse por inicial afinidad a la incruenta batalla entre Bárcenas y la cúpula del PP. Pero la verdad es que se extiende a todo el universo de la política nacional.

Nada novedoso, por lo demás, ya que en la vieja ley de la conservación de la materia ya se nos dijo que nada se crea ni nada se destruye, sólo se transforma. O, como se afirma en la moderna Ley de Murphy,  si algo sale bien, algo igualmente malo lo compensará, que es tanto como decir que si algo puede salir mal, saldrá mal. Y así nos va. Aunque me de vergüenza confesarlo, todo sigue igual, después de unas semanas en que les dejé descansar con los problemas de la corrupción rampante.

 

Uno de los más sonados asuntos de estos días pasado ha sido el caso Ponferrada, en donde los socialista con su pacto con un acusador sexual se han cubierto de gloria y han dado muestra de la delicada situación por la que atraviesan, con una solución rocambolesca -o rubalcabalesca, que viene a ser el mismo sainete- en donde la dirección apoya a Oscar López y Rubalcaba simula que no se había enterado. Es un subterfugio similar al de la otra orilla: nadie asume responsabilidades, confiados en que el tiempo disuelva la inquietud, el desliz y la estupidez. Lo que no deja de ser un nuevo error que sumar a lo del PSC  o el enredo de las primarias gallegas, cuando tenían posibilidad de distanciarse del PP, atenazado con el caso Barcenas.

 

No menor repercusión ha tenido el tema de los ERE, reabiertos, una vez repuesta la jueza. Ayala –en uno de sus “momentos” procesales, hierática, somnolienta y consciente de sus saberes-, con gran regocijo de la derecha mediática y con el propósito de acallar los gúrteles de todos los días.

 

Por otro lado, una vez que se inicia contra el PP una  investigación por financiación irregular -tal como cómo la de la Filesa socialista y es de suponer que con las mismas expectativas que el anterior caso Naseiro pepero- no es necesario ponderar el espectáculo judicial para ver quien se hacía con la codiciada presa de los llamados papeles de Bárcenas. Tan pronto el juez Bermúdez salió a escena y puso nervioso al personal, la Sala de lo Penal, por dos votos a uno,  ha acordado que el juez Rus siga instruyendo la causa Gürtel y sus agregados, lo que ya va por el cuatro año, con muy buenas perspectivas de resolución favorable para …

 

No nos desalentemos, el Sr. Fabra parece que se va sentar en el banquillo después de nueve años, por la tozudez del juez Pin que tuvo que pedir amparo al CGPJ por sentirse acosado por sus superiores.

 

Miguel Sanz y Yolanda Barcina se cobraron buenas sumas de dineros en dietas dobles, que ahora van a devolver y eso le parece a los periódicos afines una cosa digna de alabanza…

 

Por el noroeste, recordemos las estaciones de ITV de la saga Puyol o los viejos papeles del Palau, las ramificaciones baleares o los variados imputados, procesados y mediopensionistas valencianos, que alumbra el nuevo caso de la Albufera de Urdangarín…

 

No seguiré relacionando otros casos –de todas las latitudes- pero les transmitiré algunos de los razonamientos de sus voceros más insignes. Por ejemplo, Zoido dice que Griñán es el cajero de los ERES y Rubalcaba afirma que no se enteró ni le alertaron de un fraude en Ponferrada. Algunas de las Asociaciones de victimas del terrorismo siguen empecinadas en que la trama del 11M sigue viva y  sin aclararse. Nadie quiere nombrar por su nombre a Barcenas, ese personaje, y la Sra. Cospedal –esa persona que nunca me dijo que no-  que tan eficazmente manejó y sigue manejando el asunto, después del trabalenguas del diferido, etc. es arropada por todo el entramado por haber sido excepcional gestora y ella, modestamente, reconoce que se ha hecho un ejercicio de transparencia (¡pues vaya!) y está muy contenta de que el caso esté judicializado (no es para menos…). El propio Bárcenas, vocero de sí mismo, aclara que no iba a decir que tenía una cuenta en Suiza si no se sabía que tenia una cuenta en Suiza, por lo que  evidentemente (no faltaba más) tenia que negarlo. Floriano y sus dianas floreadas… no menores que la de ese exalcalde de Vigo que amanece con aquello de que es natural que todos los partidos recurran a la financiación irregular.

 

De todas formas, creo que todos estos voceros –y otros muchos que he omitido porque se me acaba el espacio disponible- no merecen ni siquiera el calificativo de tropa, aunque bien es cierto que constituyen un regimiento o, mejor dicho,  un conjunto de cuerpos que componen un ejército, una división, una guarnición, etc. (en la novena acepción del DRAE). Utilizando una expresión también castrense diría: qué cagada, mi brigada. Pero ni estos ni otros sinónimos de la jodida tropa (horda, milicia, mesnada, legión, pelotón, caterva, hato, hatajo, manada, pandilla, cuadrilla, chusma, recua y los que a ustedes se le antojen) son merecedores de hacer referencia a este pelotón de los torpes –o de los listos, vaya usted a saber- que de continuo nos rodean y se ríen a carcajadas delante de nuestras ciudadanas narices.

 

Yo, simplemente usaría la acepción despectiva de gentecilla. Y que Dios me perdone. Después de estos días de Semana Santa pasados por agua, es lo mejor que se me ocurre. En todo caso, es consolador  saber lo que nos ha dicho Arenas: yo estoy convencido que lo peor ha pasado. Si él lo dice…