Hubo una familia, compuesta por unos personajes, similares a gnomos o duendes benignos de pequeño tamaño, conocidos por Los Pitufos, que constituían una comunidad secreta de pequeños seres azules que vivían en setas en lo profundo del bosque, sin nombre propio y que se distinguían por sus virtudes, sus aficiones o por alguna otra peculiaridad, y eran llamados por ellas. Tenemos, así, al pitufo gafotas, el pitufo bromista, el valiente, el  goloso, el gruñón… Una multinacional pintó de azul el pueblo malagueño de Júzcar -donde nació mi tatarabuelo Diego, en el valle del Genal-  para acoger el estreno de una película sobre los pitufos y los vecinos decidieron conservar el característico color de sus casas, lo que se ha convertido en reclamo turístico.

Recordando esta historieta, me parece que por nuestros valles políticos pululan multitud de personajillos, duendes de azul, que se esconden en las setas de sus egoísmos, a los que describiré con brevedad para solaz y descanso de todos… si es que se quedan confinados en la profundidad del bosque. Así, podemos ver a una pitufilla anodina y, al tiempo, polivalente en su facilidad por recibir regalos sin enterarse de qué trama corrupta provienen; la llaman la mantenida. El pitufo deportista y su infantil esposa que contratan para la limpieza de una de las muchas setas de su propiedad a una cohorte de criados fantasmas. La pitufa tapada –con su sombrero y su bufanda-, esposa del gran muñidor, conocido por el pitufo de la nieves y las cuentas opacas, que insisten en justificar ganancias ilegales a base de vender cuadros famosos de procedencia desconocida. El cuarto pitufo del organigrama que por insólito que parezca no sabía que tenía que declarar al fisco. Un pitufo con apellido de mafioso que llama a la vicepitufa “chochito de oro”. Por último, hace unos días se nos presentó un pitufo –el deseado, también conocido por el cara alegre- que expuso, renacido de sus cenizas, ante sus duendecillos nostálgicos un verdadero programa para cambiar el mortecino pulso de nuestra vida política debido al silente liderazgo del pitufo a quien llaman maricomplejines. Auto cronista caducado de su propia historia, salva patrias arrepentido tardíamente, este pitufo viudo del poder, pretende defender a sus coleguillas del malvado Gargamel y ya se vislumbran desertores y ratas que pretenden cambiar de seta.

También me ha llamado la atención otras curiosidades, verdaderas chapuzas hechas sin más arte o esmero que el de considerarnos al resto de los mortales como lelos de solemnidad. Ahí tienen el trágala del Sr. Enrique López en su carrera hasta el Tribunal Constitucional que, para más inri, ha sido cuestionado por la mitad del Tribunal; claro es que bien vale la pena, entre otras cosas, porque no son de despreciar los 6000 euros mensuales que va a cobrar. Y qué me dicen del espectáculo –gratuito y edificante- de la Comisión de Sabios, llamados para que den un informe favorable sobre la sostenibilidad de las pensiones –pienso que más que sostenibilidad para el establishment, lo que se necesita es, como exige el articulo 50 CE, la actualización periódica y adecuada en interés de los pensionistas- y que no prevé, incluido el responsable del Gabinete Económico de CCOO, la posibilidad de otras alternativas distintas, aunque sean desfavorables para las farmacéuticas. Otra chapuza para morirse de risa es la de los emprendedores: una ley como tabla de salvación para los pequeños empresarios afanosos por levantar la cabeza; y se ilustra la novedosa idea con un anuncio periodístico de un grifo parlante en la que se nos dice –a buenas horas mangas verdes-  que “ya ha llegado el momento de que con este estimulo, usted consiga el crédito que necesita, ha llegado el momento de abrir el grifo del crédito para que fluya…”. Sin olvidar las pequeñas escaramuzas autonómicas: el Guadalquivir se queda fuera de la competencia de la Junta por una rajada del PP andaluz, mientras nos regocijamos con dos versos sueltos: el pepero extremeño baja simbólicamente impuestos y el sociata catalán siembra nueva cizaña a costa del país vasco.

Para completar este bloque, una pequeña crónica de tribunales, que es el pan nuestro de cada día.  El Alcalde socialista de Alcaucín y 50 procesados más, por corrupción urbanística. Los hermanos de la Ministra Bañez imputados por la jueza Alaya por presunto amaño en el caso Mercasevilla. La acusación particular pedirá que Aznar declare por el ‘caso Bárcenas’. La fiscalía de Barcelona acusa a Messi de defraudar cuatro millones a Hacienda. La Audiencia investigará a Blesa por las preferentes de Caja Madrid y el juez Andreu también indagará sobre la responsabilidad de seis exconsejeros, entre ellos el expresidente de la CEOE Díaz Ferrán, al que un juez mercantil acaba de inhabilitar por quince años por los 400 millones birlados. El juez del ‘caso Blesa’ afirma que sufre presiones e injerencias. ¿Hay quién de más? Pues, sí: el Ministerio Fiscal  -que ejercerá sus funciones conforme a los principios de legalidad e imparcialidad, CE- no acusará en los casos de la Infanta Cristina y del banquero Blesa.

No les canso más. Solo unas apostillas en relación con la decisión de la  UE  de concesión del premio Ciudadano Europeo 2013 a la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Dejando a un lado la antigua imputación de terrorismo, la noticia ha sido acogida por Esperanza Aguirre –que, en su día, defendió la dación de pago- como “un esperpento”. Y su sucesor en la Presidencia de la Comunidad de Madrid,  Ignacio González, sentencia: “Es un patochada inadmisible”.  Pues, ahí queda eso.